El récord del mundo del caballito más rápido se consiguió en el aeródromo de Elvington, con motivo del Campeonato del Mundo de Wheelie. La marca a superar estaba en 209,8 mph (337,64 km/h), que había conseguido el británico Gary Rothwell el año pasado.
Para batirlo, el alemán Egbert van Popta utilizó una Suzuka Hayabusa potenciada con turbo, al más puro estilo Ghost Rider. Con ella conseguía alcanzar los 213,3 mph (343,24 km/h) a una rueda, convirtiéndolo automáticamente en el piloto más rápido haciendo caballito.
A continuación podéis ver un par de vídeos de la hazaña: