El nuevo Museo oficial Ducati, anexo a la fábrica de Bolonia en Borgo Panigale, ha abierto sus puertas al público con motivo de la celebración de la novena edición del World Ducati Week en el Circuito de Misano. Tifossis de todo el mundo han ocupado el parking de la fábrica para ver la actualización del Museo, un profundo lavado de cara que le ha sentado muy bien.
La recepción del museo sigue siendo un espacio de muestra con algunos de los modelos del catálogo 2016, seguido por una pared que muestra los productos Ducati entre 1926 y 1946, un período en el que no produjeron motos, pero sí radios, máquinas de afeitar, cámaras fotográficas, proyectores, calculadores, etc.
El “Museo Ducati 2.0” prescinde de algunas motos de competición (sólo se exhiben las campeonas del mundo y las ganadoras de carreras importantes) que sí estaban presentes en el museo que conocíamos hasta ahora, dando cabida así a nuevos ejemplares producidos en serie. Así, las unidades de carreras se encuentran en el anillo central de suelo iluminado de antaño, situadas esta vez en disposición inclinada y no en fila como antes, para ganar espacio. Las cinco salas rectanculares que comunican con esta almendra central reciben ahora las motos de calle más emblemáticas agrupadas por épocas: los inicios, 60’s, 70’s, 90’s y actualidad. Ducati Cucciolo, Siluro, GT, Pantah, 851, 916, Monster, Desmosedici o Superleggera conviven con la 250 Desmo GP, TT-1, 888 Polen, 999 Hodgson o D16 Stoner presentes en la sala.
Las motos se ven apoyadas, además, por algunos motores fuera de sus chasis, mientras que todas las Ducati de serie cuentan con algún motivo artístico en la pared que las delimita.
El espacio destinado a los trofeos también ha menguado (¡no cabían todos!) y existe una muestra acristalada que refleja la evolución de los monos de competición (representada por 5 modelos) desde la décadas de los sesenta hasta nuestros días.