Preguntamos, sentados sobre su propia moto, a unos y otros participantes de diferente género, edad y estilo de entender el mundo de las dos ruedas; y esto fue lo que nos comentaron:
Antonio, de 47 años, con una Suzuki Bandit y residente en Madrid, nos dice:
Vengo, pues, hombre, para reivindicar los derechos de la moto, porque es un medio de transporte rápido, ágil, y para que no nos cataloguen igual que un coche a nivel de contaminación.Milagros, de 30 años, con una Suzuki Gladius y residente también en Madrid, manifiesta:
Vengo para que nos dejen un poco de libertad, porque estamos pagando unos impuestos de circulación, nos cobran la etiqueta y encima no nos dejan circular, no nos dejan aparcar… Todo son prohibiciones. Y encima, lo que hace la moto es ayudar a que no haya tanta contaminación. Si también se meten con las motos, ¿cómo vamos a desplazarnos si tampoco aumentan el transporte público?
Mario, de 24 años, con una Honda CBR600RR y residente en Las Rozas, nos dice:
Vengo porque es una lástima que nos compremos una moto para evitar las aglomeraciones y que luego no tengamos la opción de poder ir a trabajar con ella tranquilamente. Sobre todo porque, nadie sale de ruta por Madrid, evidentemente, y solo se busca ir a trabajar y comodidad.
Gustavo, de 56 años, con una BMW K1200RS, reside en Las Rozas y explica de esta forma la razón de su asistencia a la manifestación de “Madrid en Moto Sí”:
He venido para protestar contra un equipo de gobierno municipal absurdo, ridículo y patético, que en lugar de gestionar y organizar las cosas como Dios manda, se dedican a decir tonterías como que una moto contamina más que un coche.
Fueron más, unos cuantos más los que nos dejaron sus comentarios off the record, y más aun, lógicamente, los que tuvimos oportunidad de escuchar a lo largo de todo el acto, tantos hasta convertir las principales arterias de la capital en un clamor popular sobre dos ruedas que, por pura fuerza del derecho natural, tiene que dejar caer su peso a la hora de que los responsables de la circulación madrileña tomen una decisión definitiva sobre la movilidad de las motos en Madrid Central, y, según las circunstancias, en sus alrededores.