Plataformas anti-ruido, legislaciones de ámbito europeo, estatal o local, el bienestar del resto… Todas y cada una de estas situaciones son el día a día al que tienen que enfrentarse los fabricantes de vehículos en general y de motos en particular. Por eso los límites sonoros son cada vez menores e, incluso, hay modelos de coche que tienen “modo buen vecino”, para que el ruido se atenúe durante ciertas horas o momentos.
Pero con todo eso y cumpliendo las legislaciones más globales, puede que el usuario moto se encuentre con prohibiciones más estrictas por determinados motivos. Y es que aunque el límite general es el mismo a la hora de fabricar la moto, lo cierto es que en determinados lugares se pueden encontrar normativas anti-ruido más restrictivas. Ya hemos hablado alguna vez de diferentes batallas emprendidas por autoridades locales, y la expectativa es que vaya a más.
Y, lógicamente, eso es un desafío para el usuario de moto porque si tu moto puede funcionar legalmente con un nivel de ruido establecido, llegar a zonas de “bajas emisiones acústicas” es casi como jugar a la lotería. Aquí es donde entra KTM con una patente bastante esquematizada, pero que es una solución bastante efectiva a nivel teórico al menos.
La “jugada maestra” es que la moto sea capaz de medir el nivel de ruido que nuestra moto está haciendo en cada momento. De esa manera, y aunque las indicaciones de la patente que han mostrado los compañeros de CycleWorld son muy esquemáticas, lo se entiende es que habrá manera de poder ver si estamos o no dentro de los límites.
No se especifica si esto será a través de un medidor o bien encendiendo una luz que avise al superar los niveles. De hecho, podría llevar hasta un sistema de vibración para que el usuario se diese cuenta e incluso, paradojas de la vida, un avisador acústico.
El sistema anti-ruido de KTM podría ser automático gracias al GPS
Gracias a sensores instalados en la moto, se monitoriza todo lo que sucede en el entorno de la moto. Por lo que podemos ver, estos sensores irían colocados en varias partes de la moto: alrededor del escape y el motor, además de la carrocería y el chasis. Y los datos recogidos, se desconoce si del propio ruido o de las vibraciones (al final el sonido es una de ellas) serían recogidos por la centralita para activar.
Un paso más lejos de esta medida anti-ruido sugiere que se podría configurar para que, al superar cierto ruido, la moto limitase sus prestaciones para no rebasarlo después de que el usuario activase el sistema. Pero hay más y es que KTM sugiere en su patente que, incluso, podría vincularse mediante GPS para que la moto fuera la que se ajustase.
En cualquier caso, estamos ante una gran evolución anti-ruido que demuestra que el grupo austriaco está comprometido con el bienestar tanto de sus usuarios como del resto de ciudadanos.