Será sólo cuestión de tiempo que las principales ciudades europeas comiencen a probar (y posteriormente a utilizar) los radares de ruido. Y España no será una excepción, sobre todo teniendo en cuenta que Suiza o Gran Bretaña ya cuentan con equipos en fase de pruebas.
Y es que además de la contaminación, los elevados umbrales de ruido producen también problemas en la salud de los ciudadanos. Y en Europa lo saben y por ello llevan tiempo trabajando en una normativa que tengan que cumplir los países de la Unión Europea sobre esta problemática.
Como decíamos, algunos países como Suiza o Gran Bretaña ya se han adelantado y mientras el primero ya lleva meses probando estos equipos, los británicos comenzarán en las próximas semanas. Pero no nos equivoquemos ya que esto no es algo novedoso. Por ejemplo en China ya llevan funcionando varios años. Y también en Canadá o en los Emiratos Árabes Unidos.
Chris Grayling, el secretario de transporte británico y principal defensor de esta medida, se pronunciaba al respecto: “La contaminación acústica hace que la vida de las personas en las comunidades de Gran Bretaña sea una miseria absoluta y tenga graves impactos en la salud.”
Tony Campbell, presidente de la Asociación de la Industria de Motocicletas, también está a favor de la medida: “Al aumentar la atención sobre la conservación del medio ambiente, incluida la contaminación acústica, los escapes ilegales que utilizan algunos conductores atraen una atención no deseada sobre la comunidad de moteros y no hacen nada para ayudar a promover los muchos beneficios que puede ofrecer el uso de las motocicletas.”
Cómo funciona un radar de ruido
El funcionamiento de un radar de ruido es muy similar al de un radar de velocidad. Se trata de un dispositivo provisto de un micrófono y una cámara así como un sensor infrarrojo. El micrófono capta el ruido y la procedencia del mismo así como la distancia y calcula si está superando o no el umbral prefijado. En ese caso, la cámara capta al infractor.
Su implantación impedirá la picaresca de los cambios de escape
Suele ser habitual, tanto en conductores de coches como de motos, cambiar el escape por otro más ruidoso. Si bien es cierto que estando homologado, no existe ningún impedimento, el problema viene cuando los escapes son artesanales o se eliminan los sistemas que limitan el ruido como los conocidos dB killers.
Estos usuarios circulan a escape libre o casi libre la mayor parte del tiempo y únicamente cuando van a pasar la ITV montan el escape homologado o bien limitan la cantidad de ruido que emiten. Hasta ahora, identificar y sancionar a estos infractores es una apreciación subjetiva por parte de las autoridades, pero de esta forma se busca un método más eficaz para evitar la picaresca.
Es algo así como los radares en cascada, que hace que los conductores que se creen muy listos acaben con cara de tonto.
¿Y en España?
De momento en España, ni el Ministerio del Interior ni la DGT se han pronunciado al respecto pero sí sabemos que, algunos Ayuntamientos de grandes ciudades, tienen sobre la mesa el empezar a probar sistemas parecidos para controlar el tráfico de sus ciudades.
Teniendo en cuenta que se está estudiando a nivel europeo, es una cuestión de tiempo que se acabe también implantado en España tras la pertinente fase de pruebas.