John Wittner, el conocido dentista, mecánico y preparador de motos, ha fallecido recientemente a los 77 años de edad. Y lo ha hecho sin perder un ápice de esa pasión que lo caracterizaba, gracias a la cual logró convertirse en alguien muy venerado por los seguidores y amantes de la marca italiana en particular, y del mundo de las dos ruedas en general.
Hay que remontarse a mediados de los ochenta para poner un punto de inicio a esta aventura en la que, Wittner, se convertiría en el protagonista y además llevaría a lo más alto a las monturas de Mandello del Lario. Concretamente a 1984, año en el que participa con una Guzzi Le Mans el Campeonato Nacional Americano de Resistencia.
John Wittner, pura pasión por Moto Guzzi
Aquella primera empresa del polifacético Dr. Wittner le llevaría junto a su equipo, el Team Guzzi Dr. John, a hacerse con el campeonato al final del año en la categoría Middleweight. Tras este primer hito, John Wittner dejaría su labor como dentista para entregarse en cuerpo y alma a la competición.
Algo que lo llevo poco después a reunirse con el mandamás de la marca italiana Alessandro De Tomaso, el cual termino apoyando las ideas de Wittner y financiando la tercera evolución de su bicilíndrica de cilindros transversales.
Como era de esperar en el Dr. Jhon, no defraudó y con Doug Brauneck a los mandos se haría con el AMA Pro Twin USA en 1987, algo inaudito teniendo en cuenta el dominio aplastante en el campeonato, hasta ese momento, de Harley-Ducati.
En la siguiente temporada John Wittner fue el encargado de evolucionar en pista el prototipo equipado con el motor de 8 válvulas que, posteriormente, llegaría en forma de Daytona 1000 IE en 1992. Wittner y su equipo lograría extraer 128 CV de potencia al genuino bicilíndrico italiano gracias a numerosas modificaciones internas.
Hay que tener en cuenta que la Daytona 1000 IE de calle declaraba una potencia máxima de 92 CV, así que nos podemos hacer una idea del trabajo que había detrás de aquella mecánica por parte del genio estadounidense, y como este terminó imponiéndose dentro de la pista al resto de rivales. Aquella Daytona prototipo está expuesta actualmente en el Museo Moto Guzzi oficial, junto a otras joyas de la marca.
Todo lo que vino después es historia. John Wittner dedicó cada minuto de su vida a seguir mejorando y mimando las monturas de Moto Guzzi en su taller personal. Algo que quedará fielmente reflejado en el libro que el excelso periodista y probador Alan Cathcart publicará el próximo mes de marzo: Moto Guzzi del Dr. John.
En él recorre la trayectoria e ingenio del dentista estadounidense y su contribución única a la gloriosa historia de Moto Guzzi. Cathcart tuvo la suerte de poder probar cada una de sus motos, y ahora nos cuenta en detalle la historia de las victorias en carreras y los éxitos en campeonatos que el Dr. John aportó a Moto Guzzi.
John Wittner pasará a la historia, entre otras cosas, por esa sonrisa grabada en su boca que no hacía, sino enfatizar en el hecho de que era un tío plenamente feliz, disfrutando de todas y cada una de sus preparaciones con las que posteriormente demostraría que, en ocasiones, se pueden alcanzar los sueños.
Allá donde estés, pilota en paz, y si es posible, a lomos de una Moto Guzzi.
