Publicidad
[the_ad_placement id="adsense-mega-2-mobile"]

Entrevista Amber Arbucci: modelo, fotógrafa, médico, y motera

Fotos: Arto Saari
Es posible que te suene de haberla visto en algún desfile de Victoria's Secret o tal vez en la portada de alguna revista de moda. Si vives en Los Angeles puede que te hayas cruzado con ella, va en una Yamaha R6 de color negro. Charlamos con Amber sobre motos.

-¿Cómo empezaste en el mundo de las motos? «Nací en Newport Beach, Florida, cerca de Daytona. Allí hacen todos los años las ya míticas carreras y siempre me llevaban a verlas. Me acostumbré a vivir rodeada de motos y me acabé enamorando de ellas, incluso solo del sonido de algunas».

-¿Es por esto por lo que empezaste con una Harley? «Sí. Mi hermana se casó con un piloto de motocross. Pero a mi me gustaban más las cruiser, de ahí que me hiciera con una Harley-Davidson. Me compré una 883 y estuve un tiempo con ella, ahora me he pasado a las deportivas».

-¿Qué es lo que motivó ese cambio? «Un día probé la Yamaha R1 de un amigo. Me quedé impresionada con la potencia, era como desafiar a las leyes de la gravedad».

-¿Cuándo te mudaste a Los Ángeles? «Hace dos años. La Yamaha R6 la compré poco después de mudarme».

Amber Arbucci y su Yamaha R6.

-¿Dónde has aprendido a montar, algún cursillo de conducción? «El verano pasado, mi novia y yo nos subimos a MotoGP, en Monterrey».

-¿Por qué no hay muchas chicas con motos deportivas? «La mayoría de las mujeres americanas que montan en moto lo hacen en motos custom o sport-touring, más para pasear que para ir deprisa. Pero las deportivas son mucho más divertivas. ¿Por qué no hay chicas como yo? Probablemente por que sean modelos muy ocupadas».

-Pero las chicas en general no hacen determinadas cosas. «La chicas en general suelen tener miedo a todas las cosas que impliquen aventura. Yo he tenido novias así, pero al final les ha acabado gustando alguno de los deportes de riesgo».

-¿Tus amigos intentan convencerte de que no corras? «Todos y cada uno de ellos. Pero si te apasiona el peligro, debes asumir ese riesgo. También hago buceo con tiburones y corro el riesgo de que me muerdan, pero no voy a dejarlo por eso».

Amber Arbucci reflejada en el retrovisor de su Yamaha R6.

-Háblanos algo más de los tiburones «La gente está empezando a llamarme la “chica tiburón”. Empecé a bucear para hacer fotos a tiburones hace siete años. La segunda vez que lo hice estaba en el agua con un tiburón toro y un tiburón tigre y apenas sabía bucear. Fue intenso. La siguiente inmersión que hice fue con tiburones blancos. Fui la segunda mujer en hacerlo sin jaula. Hablamos de tiburones de hasta 26 metros de largo, pero sólo tienes que dejarles claro quién es el que manda y te dejan en paz».

-¿Por dónde montas en moto en Los Ángeles? «Suelo montar por los cañones. Me gustaría meterme algún día en circuito a hacer tandas, pero no tengo apenas tiempo, demasiadas sesiones de fotos».

-¿Tienes coche? «Tengo dos. Un Bronco del 72 customizado y un Fiat 500, éste lo utilizo para la “vida normal“».

-Ahora que montas en moto habitualmente, ¿si te encuentras con un motero, le consideras como gente normal? «Por supuesto, si veo que alguien tienen moto, sé que tenemos algo en común».

Amber Arbucci en su casa, en la pared una de las foto hecha por ella misma, es fotógrafa de animales salvajes.

-¿De dónde viene tu fascinación por los animales? «Recuerdo el primer sueño que tuve, estaba nadando entre tiburones. A día de hoy sueño con animales unos cinco días a la semana. No tengo sueños sexuales. Crecí entre perros y cerdos, incluso teníamos caimanes pequeños en el patio trasero de nuestra casa. Siempre me han fascinado los animales salvajes africanos y por mi trabajo he podido ir a fotografiarlos, incluso me he perdido sesiones de fotos como modelo por estar fotografiando animales. Eso sí, puedo morir tranquila por que he hecho lo que siempre he querido».

-¿Cuándo empezaste como modelo? «Bastante tarde. Me gradué en la escuela secundaria con 16 años. Estudié medicina y estuve unos años trabajando como cirujana en tres hospitales diferentes. A los 21 empecé como modelo, algo que he ido compaginando con mis labores de fotógrafa, mi gran pasión. El siguiente paso es probar cosas nuevas como bucear entre hipopótamos, algo que muy pocas personas han hecho».

-El agua debe estar muy oscura… «Sí, es de color marrón, pero algo se ve. Prefiero morir montando en moto o haciendo fotos a animales que hacer cosas aburridas».

Lo último

Lo más leído