Este año, Ducati ha presentado una nueva Monster. Dentro de la marca italiana es todo un icono. No en vano se trata de la moto más antigua de su gama, y la más vendida de todos los tiempos. La historia arranca nada menos que en 1992, creando la primera Monster a partir de un chasis de Superbike y un motor deportivo pero que, al mismo tiempo, pudiese ser usado por carretera.
Casi 30 años después de su creación, Ducati ha fabricado nada menos que 350.000 Monster. El modelo que ha salido de la línea de montaje con esta cifra, ha sido una Ducati Monster 1200 S “Black on Black”, que el CEO de Ducati, Claudio Domenicali, y el director del Centro de Diseño de Ducati, Andrea Ferraresi, entregaron personalmente a su propietario, el ducatista Sebastien Francois Yves Hervé De Rose.
Sebastien fue invitado a Borgo Panigale para la ocasión. La moto se personalizó con una placa con el número 350.000 y se entregó al propietario acompañada de un certificado de autenticidad firmado por Claudio Domenicali y un boceto de la Monster firmado por el diseñador Angelo Amato.
A lo largo de casi treinta años, la Monster ha cambiado, mejorado y evolucionado desde el punto de vista técnico y estético. La última generación ha recibido críticas, por perder una de sus señas de identidad: el chasis tubular. Pero lo cierto es que sigue fiel a sus principios: chasis del modelo de Superbike (Panigale) y motor deportivo para carretera (SuperSport). Atrás queda la Monster 600, que abrió el mundo Ducati a muchos jóvenes motociclistas, la segunda generación con los modelos 696 y 1100, o las 4 válvulas con la 797, 821 y 1200 Monster.
Larga vida al «Monsterino«.