Ahora que ya sabemos los distintos tipos de casco de motos que existen y en qué situaciones son más prácticos, es momento de saber cómo elegir el casco que se adapte a nuestra cabeza. Todos los fabricantes disponen de diferentes tallas, y elegir correctamente la nuestra no sólo afectará a nuestra comodidad sino a nuestra seguridad. Y es que aunque parezca extraño, ni el mejor casco de moto del mundo te va a dar la protección correcta si no es de tu talla.
Antes de entrar en materia hay que saber que las tallas de los cascos no son universales ni están definidas, por lo que que uses una talla S en una marca concreta no significa que todas las tallas S sean las adecuadas para tíi Para evitar esto hay un “truco” y es que la talla en letra va acompañada siempre de dos números en centímetros, que indican el mínimo y el máximo del perímetro de la cabeza justo en la frente. Estas mediciones te darán una pista, pero para saber realmente si un casco es de tu talla o no al final debes ponértelo.
¿Y por qué ponértelo si ya sabes la talla que usas? Bueno, podríamos establecer un paralelismo con respecto a la ropa, que aunque sea de la talla siempre te la pruebas a ver cómo te sienta… El caso es que con el casco no estamos hablando de si vamos guapos o no, sino seguros. Así que primero vamos a ver si nos queda grande.
¿Cómo saber si un casco de moto te queda grande?
Si un casco de moto nos queda grande estamos corriendo un gran peligro, porque en caso de caída y aunque lo llevemos correctamente abrochado, podríamos perderlo o que rotase alrededor. En ambos casos las lesiones pueden ser letales, así que poca broma. En cuanto nos pongamos el casco, si es mayor de la talla que necesitamos notaremos que nos queda grande, no se siente el contacto del interior con intensidad, notas que no es estable y si mueves la cabeza también notas como se mueve incluso aunque esté abrochado. Pero hay otra manera infalible: si mueves la cabeza de adelante a atrás (como afirmando) y el casco se mueve fácilmente esa talla es grande para nosotros. Y un truco especial: si eres de los que masticas chicle y puedes hacerlo con el casco puesto es que también te queda grande…
¿Cómo saber si un casco de moto te queda pequeño?
Puede que “por narices” nos queramos meter en un casco más pequeño del que toca para no ir con una talla más grande que el resto de amigos y que nos llamen cabezón, pero si la talla del casco es más pequeña vamos a pasarlo bastante peor que por aguantar algún cachondeo.
Principalmente lo vamos a notar en dos puntos de presión, uno de ellos en la frente y el otro en la nuca. Es posible que, de entrada, solamente notemos una ligera molestia, pero con el paso de las horas irá en aumento e incluso al día siguiente puede que te duela bastante. En cualquier caso, nos dejará las marcas y la zona roja. Ojo, no confundir esta presión en la zona del cráneo con la de las amohadillas de los carrillos (carrilleras), y es que estas cuando un casco es nuevo aunque sea de nuestra talla nos pueden quedar algo justas aunque con el tiempo se irán dando de sí por el uso.
«Bonus track»:
Hay que tener muy en cuenta que al igual que decíamos que cada fabricante tiene su talla, también tiene su molde y que no todas nuestras cabezas son iguales y puede que aunque tengamos el mismo diámetro no nos sea cómodo el mismo casco. Hay cascos que se adaptan mejor a cabezas redondas, otros a cabezas más alargadas, con más o menos nariz… pero ahí solamente el probarlos y la experiencia te harán encontrar con el que más a gusto estés.
