Puede que estemos ante 10 de esos segundos de internet que valen oro. Al menos a nosotros nos los parece. Son 10 segundos en los que cada vez que vuelves a verlo descubres algún detalle que se te ha pasado por alto y que, a su vez, te generan nuevas dudas sobre lo que realmente pasó.
De entrada nos encontramos con dos motos deportivas circulando por una calle estrecha de una ciudad cualquiera en la que hay bastante tráfico y se oyen claxons y «barullo». Acto seguido, sin tiempo para reaccionar nos aparece por la derecha una moto a una rueda, alta de vueltas y sin espacio para nada. A pesar de la baja velocidad la colisión es inevitable y golpea tanto a una furgoneta que está aparcada como al coche que va delante.
Eso es lo primero que vemos, pero… ahora es cuando, intentando ver que ha pasado vuelves a darle al play. Entonces te das cuenta de que el coche de delante ¡es de una boda! y que tras el choque el conductor baja ¡vestido de mayordomo! Bueno, quizás no sea estrictamente de mayordomo pero le hemos visto hasta guantes blancos por lo que nos gusta pensar que ese es su papel en esta historia.
Ahora, después de verlo y verlo y volverlo a ver nos que da la duda de saber qué pretendía exatamente ¿buscaba adelantar, buscaba chulearse, es parte de la comitiva? Nuestra hipótesis es que, en efecto, forma parte del festejo (la reacción del «mayordomo-conductor» es más de preocupación que de enfado) y va dando golpes de gas detrás del coche nupcial, que en una de esas el embrague se le escapa y la bestia se desboca con (parafraseando a Homer Simpson) «cómico resultado». Lo que sí tenemos seguro es que la broma le salió cara porque la furgoneta, el coche y la moto sufrieron daños.
Y tú ¿qué piensas que pasó?