De la mano del potente grupo distribuidor austríaco KSR, la marca Brixton se presentó a nivel internacional en 2015 y empezó su fabricación en 2017. Ya nos hicimos eco de su llegada al mercado español y posteriormente tuvimos una primera toma de contacto con ellas que nos dejó un buen sabor de boca. De su modelo BX 125 existen varias versiones y hoy nos llegan detalles de la “X”.
La Brixton BX 125 X es la versión más “off road” de ellas, y llaman la atención antes de nada sus neumáticos de tacos montados de serie, para poderla usar además de sobre asfalto, en caminos o pistas de tierra con más agarre. También monta una rejilla de protección para el faro principal, un detalle estético de las motos scrambler cuyo origen es la protección a las piedras proyectadas por otra moto que circule delante nuestro.
Su gran depósito (14 litros) es también algo destacable para recorrer grandes distancias (con el consumo medio de 2’7 son más de 500 km de autonomía), y depósito y tapas laterales están disponibles en colores verde militar, gris mate o negro; trae de serie escape terminado en negro y guardabarros también negro. La BX 125 X es ágil gracias a que pesa 134 kg, y sus suspensiones cuentan con 2 cm más de recorrido para amortiguar las desigualdades de caminos fuera del asfalto. De serie los frenos son combinados (CBS) pero existe ABS en opción (200 euros), y el precio de salida (2.699 euros) permite añadirle alguno de los accesorios extra disponibles: bolsas laterales, cascos propios a juego, portaequipajes, asiento envejecido…