Al igual que hizo en la BMW Concept 90, Roland Sands ha utilizado como base la BMW R NineT (bueno, a decir verdad la NineT nació del prototipo de RSD). El resultado final lo tenía muy claro, y es que la preparación debía parecerse lo más posible a una BMW R5 de 1937, pero con el motor y la parte de ciclo de una moto actual.
Este es uno de los detalles diferenciadores de RSD respecto a otros preparadores, y es que sus motos tienen que poder conducirse y, además, conducirse rápido. Por alguno fue en su época joven piloto y siempre prueba a fondo todas y cada una de sus creaciones.
Pero volviendo a lo que nos interesa, la BMW R NineT Classic de Roland Sands, el modelo ha llevado mucho trabajo pues se han fabricado a medida un montón de piezas. Excepto el motor, podemos decir que el resto ha recibido profundas modificaciones empezando por el chasis.
Como el propio RSD apunta, ha sido una de las pocas veces que él no ha fabricado el chasis sino que en esta ocasión y debido a la carga de trabajo acumulado, ha confiado en Cristian de Sosa Metal Works para diseñar un nuevo chasis que mantuviese la silueta de la R5 original. Y el resultado ha sido perfecto en todos los sentidos y únicamente tuvo que retocar levemente la longitud del depósito para que encajase perfectamente en el diseño plasmado en bocetos por Roland.
El subchasis también es completamente nuevo, habiendo reubicado el asiento y modificando el anclaje del amortiguador trasero. Delante también se ha trabajado en la suspensión, eliminando la original e instalando una de GP que ahora abraza una llanta delantera de 19 pulgadas.
¿Y qué decir de los guardabarros? Pues que parecen una obra de orfebrería, perfectamente integrados en el diseño y, a la vez, con la apariencia de haber venido tal y como son directamente desde 1937 hasta hoy.
La BMW R NineT Classic está salpicada por multitud de piezas del catálogo de RSD mientras que el motor prácticamente no se ha tocado más allá de instalarle una nueva admisión y escape completo que termina en un doble silencioso Track Pipe. RSD comentaba que, curiosamente es una de las pocas veces que tras modificar estos elementos de un motor, no le han tenido que hacer absolutamente nada a la inyección para comprobar como las prestaciones habían ganado muchos enteros respecto al modelo de origen.
Os dejamos con el vídeo para que la podáis admirar en todo su esplendor: