Aprovechando el parón veraniego, el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido reasfaltar el carril bus de la Gran Vía de Barcelona, entre la Plaza de España y la Plaza Cerdá, instalando un peligroso guardarríl que carece de protecciones SPM (Sistema de Procección para Motoristas). El Ayuntamiento argumenta que es la medida más práctica para separar las obras del resto de la calzada y evitar anular alguno de los carriles.
Las quejas de los usuarios han resultado inmediatas y se han reflejado rápidamente en las redes sociales, e incluso algunos concejales de la oposición han mostrado su malestar, protestando por la peligrosa instalación.
Desde el Ayuntamiento se argumenta que la reducida velocidad a la que se circula por esa via (50 km/h) reduce significativamente el riesgo. No obstante, la presión ha hecho efecto y desde la entidad local se ha comunicado que se procederá a instalar una doble bionda inferior que tape los postes del guardarraíl, una tarea que se llevará a cabo en la noche del miércoles 5 de agosto.
Las obras de reasfaltado se prolongarán a lo largo del mes de agosto, y una vez concluidas se desmontará la barrera metálica y la Gran Vía recuperará su aspecto habitual.