Las condiciones climatológicas de la primera sesión de entrenamientos del Gran Premio de Qatar 2016 han sido ligeramente diferentes a las que se dieron el año pasado, por lo que esta diferencia puede incidir mínimamente en el resultado. Este año la temperatura del asfalto estaba cinco grados más baja que en 2015 pero había menor humedad ambiental.
En definitiva, lo que se ha podido comprobar tras esta primera jornada es un notable descenso en las prestaciones de velocidad máxima en MotoGP. El año pasado la velocidad punta en el FP1 de MotoGP fue de 347,3 km/h (Dani Pedrosa), con una velocidad máxima en el evento de 2015 de 350,5 km/h (Marc Márquez). Anoche la punta de MotoGP fue 346,9 km/h, similar a la de 2015. En Moto2 y Moto3 los registros también cayeron ligeramente: 281,1 km/h en Moto2 (285,1 km/h en 2015), y 233,7 km/h en Moto3 (234,9 km/h).
La pregunta si esta rebaja experimentada en MotoGP es achacable a la novedades técnicas introducidas con la llegada de Michelin y la centralita única. Pero habría que decir que no. Sin duda que la suciedad de la pista (llovió con fuerza la noche anterior) ha influido bastante en esta diferencia de registros, aunque en MotoGP hay más factores.
Lo más significativo de los registros de 2016 es que las Ducati de fábrica se mantienen en valores similares e incluso mejores: Iannone ha sido 2,5 km/h más rápido, y Dovizioso casi no ha perdido nada. Pero no todas las Ducati rinden igual: mientras que Barberá se mantiene en cifras similares, tanto la moto de Petrucci como la de Hernández ceden notablemente en su rendimiento.
Las Honda de fábrica pierden terreno de forma espectacular. Márquez y Pedrosa ceden en torno a 7 km/h respecto a la Ducati. Lo más llamativo es ver que frente a los 350 km/h que Márquez alcanzó el año pasado, anoche se quedó en 335 km/h, aunque es previsible que mejore el registro en las próximas jornadas. Esto confirma los evidentes problemas de las Honda en mitad de la curva, lo que lastra su aceleración y reduce su velocidad punta. Losail no ha sido nunca el mejor escenario para Honda, pero al menos sus cifras de velocidad máxima demostraban que en las rectas podían aprovechar el potencial de su moto.
Las dificultades que tienen en gestionar la entrega de potencia saliendo de las curvas penaliza su aceleración, que es verdaderamente la clave de todo. De hecho, en esencia, lo que hace una moto es acelerar constantemente, y si encuentra dificultades en ese punto sus registros se ven afectados. La velocidad punta es algo relativo porque solo se aprovecha en una fracción mínima del tiempo en el que la moto está rodando.
Pero las que más velocidad máxima pierden en Qatar son las Yamaha de Tech 3: 10,1 km/h Espargaró, y 9,9 km/h Smith. A pesar de esa carencia, Espargaró supo situarse sexto sacando buen provecho a su velocidad de paso por curva. Smith también tiene un buen paso, pero la caída sufrida lastró su rendimiento en la única sesión. Disfrutan del mismo cambio “seamless” que Lorenzo y Rossi, pero seguramente las estrategias electrónicas marquen la diferencia en su rendimiento y cedan cierto tiempo en aceleración. No obstante, Espargaró, a pesar de tener una moto 12 km/h más lenta que la de Iannone, solo cede 3 décimas con el italiano, que tiene la moto más rápida, lo que demuestra que Pol está haciendo un excelente trabajo, aunque resulte poco vistoso.
