El balance de la participación española en el Dakar 2016 se puede calificar como positivo, aunque con reservas. El abandono de Joan Barreda nos dejó un poco descolocados, ya que éste era el año de Bang Bang. No pudo ser y una avería inexplicable le ha vuelto a dejar fuera de la pelea, que seguro que repetirá en 2017. La cara del éxito la tienen ahora Gerard Farrés y Armand Monleón, ambos en el top ten de la prueba. Para el de Himoinsa Team el octavo puesto significa su segundo mejor resultado (séptimo en 2012) tras dos años seguidos no consiguiendo terminar. Un éxito para él y todo su equipo, que ha llegado al completo con sus cinco pilotos a la meta de Rosario.
Para Armand Monleón este Dakar va a marcar un antes y un después en su trayectoria. Apuesta personal de Marc Coma desde hace años, Monleón ha debutado este año en el Mundial de Cross-Country Rally y en el Dakar. Su décimo puesto le acredita como uno de los futuros valores que KTM debe tener en cuenta. Después de una primera semana de adaptación, la segunda mitad de la carrera la ha trabajado a la perfección y fruto de ese esfuerzo es esta décima posición.
La 15ª plaza de Laia Sanz nos sabe a poco después de su top ten de 2015, pero la piloto de KTM ha sufrido y mucho este año. A dos días dle final unas anginas y una caída en la que se dañó la clavícula casi la apartan de llegar a meta, pero la valentía de la multicampeona mundial de trial y enduro no es de las que se deja vencer por las adversidades. Por detrás de Laia ha terminado otro debutante, Iván Cervantes. Al final ha sido el mejor de los nuevos endureros en meta tras la mala suerte de Meo. El de Cambrils ha cogido experiencia y el próximo año ya estará en condiciones de pelear por el podio. Ahora, cambio de objetivos para lograr un nuevo Mundial de enduro en una nueva categoría, E1.
Jordi Viladoms también ha sido de los que ha sufrido esta edición. La fiebre le ha acompañado buena parte de la carrera y no ha podido brillar como se esperaba de uno de los pilotos con más experiencia en el Dakar. En el puesto 24 encontramos al madrileño Antonio Gimeno. Ha sido su tercer Dakar (el segundo sudamericano) y ha logrado terminar los tres. Este año ha conseguido su mejor clasificación gracias a que su equipo, el Himoinsa Team, le ha “premiado” con una 450 Rally con la que poder ir más rápido. A otro de los debutantes lo encontramos en la plaza 34. Es Marc Solà, el piloto de Yamaha que con muy poca experiencia en raids ha podido finalizar casi sin problemas.
Carlos Fernández le ha ganado la partida a su padre, Domingo Fernández. Los murcianos han vuelto a cumplir su sueño, aunque una caída a punto estuvo de dejar fuera a Domingo. Consciente de que tenía que aflojar el ritmo, dejó “libre” a su hijo Carlos para que pudiera terminar en la posición 59ª. Por su parte, Domingo se ha quedado en la 73ª posición, un trunfo para ambos. Otra de las parejas de la carrera ha sido el tándem Dani Oliveras/Rosa Romero. Dani ha heredado la tarea que hizo en 2015 Antonio Gimeno, acompañar a Rosa en la carrera, ambos con una KTM 450. El ex-trialero, que el año pasado tuvo que abandonar con la mano tocada, ha sido 70º, mientras que Romero ha logrado terminar su segundo Dakar, esta vez en la posición 67ª.
Para Enric Martí, finalizar la carrera le ha supuesto saldar una deuda pendiente de 2015. Abandonó por una insolación en la 5ª etapa y si no es por Gerard Farrés y la ayuda que le prestó no sabemos qué hubiese pasado con él. Esta vez lo ha conseguido y lo ha hecho 77º. El “farolillo rojo” de los españoles ha sido José Julián García. Para el bombero madrileño, terminar era un sueño y casi una obligación. Sus compañeros le advirtieron que no volviera sin el trofeo, así que misión cumplida.
Entre los abandonos de esta edición, además de Barreda, las caídas pusieron punto y final a las aspiraciones de Txomin Arana y Joan Pedrero. El vasco lo ha dado todo y mientras ha estado en carrera ha conseguido mantenerse entre los mejores. Para Pedrero ha sido su segundo abandono consecutivo. Su vuelta a Sherco parecía haberle dado nuevas fuerzas pero una caída fuerte le llevó a ser evacuado por las asistencias. En el caso de José María García, su abandono se produjo en la segunda etapa neutralizada por el calor. Se perdió y tiró de baliza al nopoder contactar con la organización y no le dejaron continuar a pesar de que la etapa se dio por finalizada en un control anterior.
