Ayer, Dirección de Carrera, decidía cancelar la segunda carrera del WSBK en Imola debido a la lluvia. Aunque muchas otras veces se ha visto a los pilotos correr en condiciones más complicadas que las que se vieron en el trazado italiano, las peculiaridades del mismo propiciaron la cancelación de la carrera a pesar de que el agua no era excesiva y todos los pilotos reconocieron haber corrido en condiciones peores. Como siempre que esto sucede, hay intereses enfrentados y en este tiempo que ha pasado desde que se tomó la decisión se han oído voces a favor y voces en contra. El más contundente ha sido Álvaro Bautista, que directamente ha calificado la pista como “Peligrosa”, pero también Marco Melandri y otros pilotos reconocen que el punto flaco es la seguridad y “los muros”, muy cercanos al asfalto.
Otros, sin embargo, querían correr como fue el caso de Jonathan Rea que después de vencer el sábado y llevarse la “Superpole Race” estaba dispuesto a salir a pista al considerar, precisamente, que el agua que había en pista no era tanta. Independientemente a las opiniones de unos y de otros, después de posponer la salida, finalmente se descartó correr por motivos de seguridad, lo que automáticamente ha abierto un nuevo debate ¿Deben circuitos como Imola estar en el calendario del WSBK?
Al parecer, la intención de los dirigentes del trazado italiano era la de optar incluso a albergar un Gran Premio de MotoGP. En cualquier caso, este contratiempo supondrá un duro revés en sus aspiraciones en una pista que lleva siendo cuestionada en lo que a seguridad se refiere durante casi la última década y en la que se han vivido accidentes muy serios, entre ellos el de Joan Lascorz, que acabó con su carrera deportiva y lo postró en una silla de ruedas después de impactar contra uno de los muros. Y ese, precisamente es el gran problema de Imola, un trazado de características antiguas y con los muros muy cerca en muchos puntos. El propio Melandri e incluso Bautista así lo reconocían haciendo ver que el peligro no era el agua, sino las escapatorias que en su mayoría son cortas, cuentan con asfalto o césped y luego tienen el muro esperando.
Pero no siempre llueve a gusto de todos, nunca mejor dicho, y Umberto Selvatico Estense, presidente de Formula Imola, la empresa responsable del circuito no ve igual la situación y directamente acusa de intereses que van más lejos de la seguridad para aquellos pilotos que no quisieron participar y que “promovieron” el no correr: “Han pesado decisiones técnicas y estratégicas”. Pero además, apuntó a un lugar donde todos estaban mirando ya, la situación a la que se ha llegado ha sido debido a que obtuvo las homologaciones pertinentes por parte de la FIM que se suponen lo convierten en un circuito apto para la competición independientemente de si llueve o no.
Habrá que ver qué sucede a partir de ahora con la pista italiana, si el WSBK volverá o no lo hará y las reformas que deberán acometer en un futuro cercano si es que son posibles, ya que algunos de los puntos complicados no tienen una fácil solución. En los últimos años el WSBK ha seguido corriendo en pistas como Laguna Seca, Monza o el mismo Imola que hace mucho tiempo que MotoGP descartó por motivos de seguridad.
