Cuando en 1993 y tras tres Campeonatos del Mundo consecutivos (90, 91 y 92), un Subcampeonato en 1989 así como un total de 24 victorias y 65 podios, Wayne Rainey sufrió aquel fatídico accidente en Misano siendo presionado por Kevin Schwantz, todo cambió.
Cambió para el público, que perdió un grandísimo piloto. Cambió para Schwantz que perdió un grandioso rival y con él, las ganas de seguir compitiendo. Y por supuesto cambió para Rainey que vio como a partir de ese momento, tendría que cambiar la moto por una silla de ruedas para el resto de su vida.
Pero a punto de cumplir 60 años nadie se podía imaginar que 26 años después de aquel accidente, Rainey volvería a subirse a una moto. A una Yamaha especialmente preparada, con un mono Alpinestars con sus colores de toda la vida y con el Circuito de Willow Springs como escenario de fondo.
Yamaha America ha trabajado en la moto para adaptar un sistema de cambio automático en la Yamaha YZF-R1 desde las piñas del manillar mientras que Alpinestars se encargó de replicar el traje que llevaba cuando competía sobre la Yamaha de Marlboro.
Rainey ponía una foto en las RRSS que rezaba: «Ayer tuve la oportunidad de rodar en moto por primera vez en 26 años. Me lo pasé de miedo. Muchas gracias a Yamaha EEUU y Alpinestars por ayudar a hacer que esto suceda.«
I had the opportunity to ride a motorcycle yesterday for the first time in 26 years. And I had a blast. Big thanks to @YamahaMotorUSA and @alpinestars for helping make it happen. pic.twitter.com/PcgWjFQ0pG
— Wayne Rainey (@WayneRainey60) November 7, 2019