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¿Cómo de rápida puede ser una deportiva completamente de serie en un circuito?

Los datos dicen que mucho, pero depende mucho de quién la lleve…
Fotos: Aprilia
Hoy en día tenemos motos deportivas de un nivel que hace unos años era impensable hasta en competición, pero ¿son realmente rápidas en pista?

Hace unos días se celebraba en el Circuito de Misano el All Stars de Aprilia. Una auténtica fiesta en la que los pilotos de la marca, terminan disputando una carrera con una de las motos deportivas de serie de la marca de Noale. En esta ocasión la moto elegida fue la Aprilia RS660 Extrema, sin ningún tipo de preparación más allá de quitarle espejos y faros.

Vamos, lo que hacemos la mayoría cuando queremos entrar a circuito: carenado de fibra, latiguillos metálicos y neumáticos. La cuestión es, sin cambiar nada más de la moto como podría ser la bomba y las pinzas de freno y, especialmente, las suspensiones, ¿una moto deportiva actual es rápida?

No hay que olvidar que la Aprilia RS660 Extrema tiene 100 CV, una potencia que muchos pensarán que es justa, pero que en las manos apropiadas puede causar estragos. Y eso, precisamente, es lo que hizo Miguel Ángel Oliveira con ella, ya que paró el crono en 1’45”467. Y eso sin haber subido antes a la moto ni tampoco probarla en el trazado.

La moto de serie ha demostrado ser rápida

Eso es un tiempazo, tanto que paró el crono a 14 segundos de lo que lo hizo con su MotoGP en el GP de San Marino de la pasada temporada. Es como si en Jerez, con una deportiva de serie, paras el crono rondando el 1.52 aproximadamente. Es decir, un tiempo verdaderamente competitivo para una moto que acto seguido puedes salir circulando con ella por la calle.

Si en vez de compararnos con la categoría reina esos tiempos se comparan con una Moto2, que aunque más potente está más cerca, la diferencia con la pole es de 9 segundos solamente. Y ya pasando a compararlas con una Moto3, que tendrán algo menos de punta que la Aprilia, pero que tienen otras muchas ventajas, la diferencia es de menos de cuatro segundos.

Con cada segundo de diferencia entre una SBK y una deportiva de serie equivale ¡a una moto nueva!

No disponemos de muchas referencias que puedan ser válidas, porque por ejemplo el WSBK que ha estado esta semana pasada en Misano rodaba en la FP1 a 11 segundos. Y, claro, todas estas diferencias pueden parecer abismales.

En pista lo son, pero estamos hablando de motos prototipo que en el caso de las MotoGP tienen un valor casi incalculable, mientras que en las SBK nos vamos por encima de los 150.000 euros del reglamento, frente a una moto que puedes tener en tu garaje por poco más de 13.000 euros.

En carrera los pilotos fueron muy rápidos

Es decir, el segundo de mejora con respecto a una SBK equivaldría al coste íntegro de la moto. Ahora deja volar tu imaginación, piensa en pequeñas mejoras que se pudieran hacer a la moto en apartados como suspensiones, frenos, aligerar todo lo posible y ganar algo de potencia afinando un poco y deja a Miguel Ángel entrenando un par de días o tres con ella.

No habría duda de que una deportiva como la RS660 Extrema es extremadamente rápida en circuito…

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