En esta ruta hemos querido plantear un recorrido por diferentes lugares de Andalucía, atravesando varias de sus sierras y visitando algunos de sus famosos pueblos, muchos de ellos catalogados dentro de la lista de los más bonitos de España.
El trayecto está dividido en 4 etapas. La primera de ellas nos lleva de Madrid a Granada, la segunda es Granada-Playa de El Palmar en Vejer de la Frontera (aquí descansamos un par de días en sus playas, aprovechando para disfrutar de ricas comidas a base de atún, ya que nos encontramos en época de almadraba). En la tercera dejamos El Palmar con dirección Córdoba, mientras que la cuarta y última etapa es Córdoba-Madrid. Recorrimos alrededor de 2.000 km y la montura que elegimos fue una cómoda y equilibrada Suzuki V-Strom 1000, una maxitrail que por sus características se amolda perfectamente a la ruta elegida.
1. Madrid-Granada
Salimos de Madrid con dirección Granada con el propósito de abandonar lo antes posible las autovías y recorrer el camino por carreteras secundarias. Desde Manzanares (Ciudad Real) tomamos la N430 hacia La Solana, girando hacia la CM3127 dirección Montiel. La carretera atraviesa los llanos y rojizos campos de La Mancha plantados de florecientes vides verdes: es una recta que no transmite muchas sensaciones para su conducción, se encuentra bien asfaltada y delimitada.
En el trayecto por Villanueva de los Infantes, Montiel y La Puerta de Segura se pueden divisar castillos y murallas a su paso. En este último pueblo aprovechamos para hacer una parada para descansar, refrescarnos y repostar antes de comenzar el camino por el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.
Reanudamos la marcha por la A317, una carretera de curvas mucho más divertida con vistas que varían a pinares y extensos campos de olivares. El siguiente objetivo es visitar Hornos de Segura, un pueblo situado sobre un gran peñasco catalogado como conjunto histórico que asoma a una de las colas del embalse del Tranco. Desde uno de sus miradores podemos disfrutar de las asombrosas vistas, así como de su castillo medieval. Esta parte del camino por la A319 discurre a orillas del embalse, donde aparecen más curvas cerradas de montaña que, junto a las vistas de paredes rocosas y el poco tráfico, hace que sea la parte más bonita del camino. Poco después seguimos disfrutando hasta llegar a Cazorla, donde aprovechamos para comer y hacer un descanso más serio. Es una población pintoresca y merece la pena dar un paseo por sus blancas y estrechas calles.
Continuamos hacia nuestro primer destino, Granada, por la A322. Esta carretera hasta Jodar está peor asfalta y tampoco presenta mucha complicación. Comenzamos el descenso por la A401 donde cruzamos el Parque Natural de la Sierra Magina. Los puntos destacables de este trayecto son el Puerto de los Gallardos y el de Torre-Cardela. Una carretera perfecta, bien asfaltada y sin mucho tráfico, nos deja a unos 50 km por autovía de Granada.
2. Granada–Playa de El Palmar
Nos levantamos sin prisa y, tras un tranquilo desayuno bajo el sol en una de las plazas del centro de Granada, nos montamos en la moto y comenzamos esta segunda jornada con la misma intención que día anterior: coger las carreteras secundarias lo antes posible. Empezamos por la A92 para saltar a la N342 dirección Archidona, una carretera perfectamente asfaltada que nos brinda unos sugerentes paisajes de olivar y dehesas hasta encontrarnos el pueblo a los pies del Pico de El Conjuro. Sin parar seguimos por A354 hacia Antequera, que cruzamos para dirigirnos por la A343 hacia el Valle de Abdalajis, Casablanquilla y Zalea. Ojo en este tramo: curvas lentas y asfalto bastante parcheado hace lenta su marcha, dejando poco sitio para el disfrute, mientras los pueblos dejan vistas de frutales (limoneros principalmente). Seguimos por la A354 con dirección al Parque Natural Sierra de las Nieves, en ascenso y mejorando bastante la carretera así como sus curvas. Cruzamos Alozaina, Yunquera, El Burgo: aquí se empieza a disfrutar bastante de la carretera, con curvas que dejan buenas sensaciones así como las tierras de colores ocres y marrones con formaciones rocosas de color blanco. El olor de las encinas, olivos y alcornocales hacen de estupenda la elección de este trayecto.
Tras un parada de refresco en El Burgo seguimos por la A366 hasta Ronda. Toda esta parte del trayecto se realiza sin tráfico y es de máximo disfrute. La llegada a Ronda se produce a través de un paisaje de exuberante vegetación, profundos y apacibles valles donde vemos la ciudad dividida en dos por el profundo corte que forma el cauce del Río Guadalevín, que deja una alucinante vista. Aquí hacemos una parada para comer y disfrutar de sus vistas, uno de los pueblos más bonitos de España y nos unimos a los numerosos grupos de turistas japoneses para recorrer sus calles y disfrutar de este pueblo.
Nos montamos en la moto con dirección Grazalema por la A374. Según vamos ascendiendo por la carretera me inunda un halo romántico de leyendas de bandoleros y toreros. La Sierra de Ronda y el Parque Natural de Grazalema transmiten unas sensaciones especiales, con paisajes verdes y vegetación abundante. La carretera de montaña es perfecta para ir en moto y, aunque en algunos tramos no hay señalización de mediana, el inexistente tráfico minimiza riesgos, pudiendo aminorar la marcha para observar Grazalema. Seguimos disfrutando de la sierra y sus olores por la A372 dirección Arcos de la Frontera. De aquí buscamos la salida por Jerez de la Frontera para coger la autovía que nos lleva a El Palmar, con ganas de descansar e intentar ver una de sus magníficas puestas de sol sentado en la playa.
3. Playa de El Palmar–Córdoba
Tras un par de días de descanso sin otra ocupación que la de estar tumbados en la playa, tomando cervecitas y comiendo rico (todo sea dicho), toca volver a la carretera, con dirección Arcos de la Frontera. Tomamos la A396 dejando de lado la ya conocida Vejer de la Frontera y bordeando Medina Sidonia, por donde seguimos por la A389. Nada más llegar a Arcos de la Frontera te das cuenta de porqué está catalogado como conjunto histórico. Nos colamos por sus estrechísimas y empinadas calles blancas, subimos cruzando antiguos arcos hacia el casco antiguo y nos damos un paseo por el castillo para disfrutar de las magníficas vistas desde el mirador. Continuamos la marcha por la A393 cruzando Espera hacia Sevilla nuestra siguiente parada. Pasado Espera nos encontramos con una zona de curvas que alegra un poco la conducción antes de incorporarnos a la autovía para llegar a Sevilla.
La hora de llegada a Sevilla no es la más adecuada para realizar una visita. Tras entrar en shock al volver a ver semáforos y sentir el tremendo calor que desprendía su asfalto a mediodía, nos dirigimos la Plaza de España y los Jardines del Parque de María Luisa, buscando lo más rápido posible refugio en algún bar de la zona antigua cerca de la catedral, donde calmar la sed y el hambre.
Ya no son horas de andar dando vueltas y, tras dejar pasar los 38º de temperatura ambiente, continuamos por la A8006 dirección Lora del Río, cruzándolo y cogiendo la A431 hacia Peñaflor. La carretera está bien asfaltada y bordeamos el margen derecho de la Vega del Guadalquivir. Atravesamos campos de cultivos (naranjos, olivares) a la altura del Embalse de la Breña, vemos encinas y pinares: no es un tramos que aporte mucho a la conducción, pero sirve como alternativa a la autovía para llegar al destino final de esta etapa, esto es, Córdoba.
4. Córdoba–Madrid
Planteamos esta última etapa, como cualquier viaje de ultimo día: sabes que todo lo bueno se acaba y volverás a la rutina. Comenzamos la marcha a las 15:00 tras haber visitado Córdoba durante la mañana y comer tranquilamente de tapitas.
Salimos de Córdoba por la autovía A4, desviándonos en Montoro. Continuamos por la N420 con intención de cruzar el Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro. La carretera está muy bien asfaltada y delimitada, te permite llevar una velocidad viva, mezcla rectas y curvas rápidas. Se observa un paisaje de pinares y dehesas de encinas y varias fincas de cerdos ibéricos.
El descenso de la sierra nos lleva al Valle de la Alcudia, una interminable recta hasta llegar a Puertollano. Volvemos a estar en La Mancha con sus paisajes más secos y pálidos. Tras una parada para repostar y refrescarnos, cogemos la CM413 para dirigirnos hacia Aldea del rey, Almagro y Manzanares y, de vuelta a casa, coger la autovía A4 hacia Madrid.
Han sido 4 etapas variopintas y singulares donde hemos disfrutado cada kilómetro. Un motivo más que sobrado para adentrarse por cada ciudad, pueblo y parque natural, para conocer y explorar su riqueza natural, cultural y gastronómica. Con un buen sabor de boca, seguro que repetiremos por Andalucía en moto.
Cultura y gastronomía
I. Puerta de Segura–Cazorla–Granada
El Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas*, ubicado en la provincia de Jaén, fue la primera sierra a la que nos enfrentamos, su particular trazado de curvas entre picos, valles y abundante vegetación hacen de un paraíso para disfrutar de la moto. Su descenso discurre bordeando el Pantano del Tranco un mar interior en el pulmón de la Andalucía verde.
Dentro del parque visitamos Hornos de Segura (conjunto histórico artístico). Su ascenso resulta impresionante dando cuenta de la magnitud de la sierra y de la belleza del paisaje. Por su ubicación en altura hace especial las vistas que ofrece del pantano y la sierra, el Mirador del Aguilón o también llamado Mirador de la gloria, aquí podemos visitar el castillo de hornos, la puerta de la villa, entre otros.
Volviendo a la carretera de descenso A319, nos encontramos muchos alojamientos de todo tipo, camping, hostales, alojamientos rurales, hoteles, spa, etc. que ofrecen descanso y actividades sobre el pantano. Estos se repiten durante todo el trayecto, por lo que entiendo que se amoldarán a todos los precios y opciones.
Cazorla, es uno de los pueblos emblemas de la sierra, fue la población elegida para hacer un pequeño descanso y reponer fuerzas con su maravillosa gastronomía. Nos adentramos a visitarla entre sus calles blancas, destacan el Castillo de la Yedra, el Castillo de las Cinco Esquinas, la Plaza de Santa María y La iglesia de San Francisco entre otros, además de ser un municipio de agua, sus fuentes que fluyen por todas partes, provienen de la sierra que lleva su nombre.
Granada, es un cuidad turística, que nos aporta multitud de opciones para visitar, tanto en alojamientos, monumentos y gastronomía, además la provincia tiene la cercanía de Sierra Nevada como la Playa lo que hace que sean infinitos los planes que se pueden plantear.
Vimos interesante alojarnos en un hotel en el centro de la ciudad, que nos permitirá desplazarnos y hacer las visitas sin necesidad de la moto, pero son muchas las opciones de todo tipo por las que se pueden optar dentro de la cuidad. Para visitar, son muchísimas las opciones: La Alhambra, El Generalife, Barrio de Sacromonte, Barrio del Albaycin… Nosotros preferimos perdernos por calles y plazas del centro, cercanas a la catedral e ir ascendiendo por las calles estrechas y empedradas que te llevan al Albaycin, un mundo aparte dentro de la cuidad con una fuerte influencia musulmana, recomendamos admirar al atardecer la panorámica de la alhambra y la cuidad desde el mirador de san miguel.
Para comer, son muchas las posibilidades que nos ofrece esta ciudad, de las más habituales por su tradición es salir de tapas, aquí son de gran calidad y a unos precios bastante económicas ya que pagas la cerveza y la comida va de acompañamiento, hay que decir que en la zona del Albaycín, una zona más guiri no son tan recomendables como en la zona centro. Nosotros tras 10 horas de viaje nos decantamos por dar un vuelta por el centro y tomar algo en las terrazas escuchando la música callejera que surge en cada esquina y sentarnos en un restaurante en la parte alta del Albaycín: todo un lujo.
II. Ronda–Grazalema-Playa de El Palmar
Ronda posee uno de los conjuntos históricos más bellos de Andalucía. El puente sobre el corte del río, junto con la plaza de toros más antigua del país donde se celebra la tradicional corrida goyesca, son los símbolos del pueblo. Existen variedad de alojamientos donde poder elegir, así como restaurantes, bares donde degustar comida tradicional. Es recomendable asomarse por los distintos miradores del puente a admirar las vistas.
Volviendo a la carretera nos adentramos en un denso y verde bosque a través de la A374 que nos introduce en el Parque Natural de Sierra de Grazalema: esta parte del camino es espectacular para la moto. Grazalema, este pequeño y bello pueblo que cruzamos sin detenernos, está incluido en la lista de los pueblos blancos, declarado conjunto histórico. Cuenta con monmentos como la fuente romana o la Iglesia de nuestra señora de la Aurora y todo su territorio está incluido en el Parque de la Sierra que lleva su nombre, repartido entre las provincias de Cádiz y Málaga.
Nuestra llegada, ya atardeciendo, nos deja en la Playa de El Palmar, costa que pertenece a Vejer de la Frontera, donde nos alojaremos durante dos días, descansaremos, visitaremos sus playas y disfrutaremos de sus ricas comidas y puestas de sol. Sus playas pertenecen a las denominada Costa de la luz, que recorre 200 km de los municipios costeros gaditanos.
Durante estos dos días aprovechamos para tumbarnos en las desérticas playas de Caños de Meca, que bajo el Faro de Cabo Trafalgar, se extienden a ambos lados. También lo hacemos en la larga Playa de El Palmar que contaba con más afluencia de gente durante el fin de semana. Interesante también las calas de Conil.
Para comer aprovechamos que es el periodo en que los primeros atunes se acercan a la costa en dirección al mar mediterráneo para desovar. Un verdadero manjar que se pesca de la misma forma desde tiempos inmemorables, la Almadraba, un arte de pesca tradicional y también espectacular. Las únicas almadrabas tradicionales se mantienen en las costas de Barbate, Zahara de los atunes, Conil y Tarifa. Es difícil equivocarse al pedir este manjar en cualquier bar o restaurante pero recomiendo un restaurante típico marinero que se encuentra en Conil Francisco la fontanilla y el famoso pero algo más caro El campero en Barbate, en toda la zona se pueden disfrutar de ricas raciones, mariscos y carnes de retinto, en los muchos chiringuitos, bares etc que se encuentran frente al mar, la cervecería en el palmar es una muy buena elección al mediodía así como el Sarojorami un lugar especial en la playa de zahora en los caños de meca.
III. Arcos de Frontera–Sevilla–Córdoba
Subir a ver el pueblo blanco de Arcos de la Frontera bien merece la pena. Panorámicas indescriptibles sobre los campos de la comarca de la Janda desde el mirador del Castillo de Arcos, Basílica menor de Santa María de la Asunción descendiendo por sus empedradas calles para abandonar el pueblo encontrarnos con el pantano de arcos.
La parada en Sevilla no fue tan reconfortante como esperábamos, el calor que nos tenía preparado a nuestra llegada nos quitó un poco las ganas de visitarla por lo que tras visitar la Plaza de España y los jardines de María Luisa, solo nos quedaron ganas de ir a tomar algo fresco bajo el aire acondicionado de un bar cerca de la catedral, aunque Sevilla sabemos que cuenta multitud y fantásticas visitas, para nosotros no era el momento, por lo que tras reponer fuerzas continuamos el camino.
La última noche del viaje la pasamos en Córdoba. Dormimos en Casa de los Naranjos, un hotelito con patio andaluz, muy tranquilo y muy bonito fue la elección, nos permitía recorrer sus calles y llegar a los lugares sin necesidad de la moto. Por toda la cuidad existen muchas opciones para poder alojarse.
Córdoba, Patrimonio de la Humanidad, cuenta con la riqueza cultural e influencias, Romana, Musulmana y Cristiana en su legado, por tanto son muchas las visitas por las que se puede optar: La Mezquita, Alcázar de los Reyes Catolicos, La Medina Azahara, La Sinagoga o El Palacio de Viana son algunas de las más destacadas. Optamos por visitar el centro histórico que rodea la cuidad y caer a orillas del Río Guadalquivir, en la mañana siguiente, nos animamos a recorrer una de las varias rutas de los patios llegando a la judería donde visitamos la Mezquita.
Para comer tenemos mil y una posibilidades, con tabernas y restaurantes donde poder catar comida árabe, tradicional, tapas, etc, en diferentes zonas (la judería, el centro o la orilla del Guadalquivir, esta última zona cuenta con calidad y buenos precios, para disfrutar de algo rico sentados en alguna terraza divisando el río).
IV. Montoro–Madrid
Seguramente sea el recorrido con menos gracia. Montoro, pueblo cordobés de construcción tradicional, se encuentra a la orilla de un meandro del Río Guadalquivir. Nos ofrece un casco histórico donde se asientan el Castillo y la Parroquia de San Bartolomé. Saliendo por la nacional como alternativa a la autovía, nos dirigimos a cruzar el Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro. Sus vistas de dehesas de encinas y pinares verdes nos animan.
