General
Ronda, como pueblo, engloba lo bueno y no tan bueno de la provincia de Málaga. La tradición, costumbres, gastronomía y otro buen montón de aspectos positivos se amontonan cuando piensas en ella. Lo no tan bueno, es que se ha convertido en un centro de turismo y resulta difícil encontrar un lugar tranquilo donde disfrutar de todo lo anterior. Demasiado “gentío”, como dicen por allí.
En cualquier caso es nuestro punto de partida para la ruta de hoy y de los pocos contactos con cualquier núcleo urbano, por pequeño que sea, a lo largo de casi 200 km. La protagonista en sí de la ruta de hoy es la sierra y sus carreteras. Después de haberla realizado varias veces se encuentran diferencias en cada uno de los tramos, no sé cuál será vuestro favorito pero ante tal variedad de curvas es imposible que no recordéis esta ruta por mucho tiempo.
Empecemos saliendo de Ronda atravesando el “Balcón del Coño”, nombre popular del acantilado de la parte norte del pueblo. Básicamente es lo que la gente exclama cuando se asoma al tremendo precipicio, entre que no es apto para los que sufren vértigo y el salero que tienen en Ronda, pocos sobrenombres están mejor puestos. Desde el primer momento las curvas son las que mandan en la ruta y hasta llegar al desvio en Jimena de la Frontera son muy rápidas, el buen firme nos invita a tomarnos alguna licencia pero como siempre la prudencia es nuestra bandera.
A partir de entonces y hasta la llegada a Ubrique la ruta cambia de forma. La carretera es mucho más estrecha pero esta parte de la sierra también es mucho más salvaje que la anterior. Acantilados, valles y bosques sin ninguna población que atravesar en muchos kilómetros, una delicia para moteros.
Si anteriormente habíamos cruzado de Málaga a Cádiz, ahora volvemos a pasar a Málaga después de parar a tomar algo en la Venta del puerto de Galiz, paso motero obligado y donde nuestros amigos del Moto Club de Moteros Gaditanos tiene una placa que renuevan año a año después de su rodada anual por esta sierra donde una placa recuerda a la memoria de los Moteros Gaditanos, respeto y afecto a nuestros los compañer@s que ya no están con nosotros. Solo puedo elogiar y mostrar mi respeto.
El cambio de sierras de la de Ronda a la de Grazalema nos devuelve a una parte del trazado similar al principio, carriles más anchos y con arcén dentro de un espléndido bosque que en estas épocas del año nos muestra lo mejor de su esplendor. No paséis por alto las inmensas paredes de la sierra en este tramo de la carretera, hay varios aspectos de esta ruta que van más allá de trazar curvas y sin duda es la belleza y el gran estado de conservación en el que se encuentran todos sus tramos. Hay veces que pasas más tiempo pensando desde que mirador vas a hacer la foto que haciendo curvas. Es realmente espectacular.
Como os decía al principio, la principal duda a la hora de abordar esta ruta ha sido como no la hemos hecho antes. Si eres de los que os gusta perderos en parajes con muy poco tráfico para disfrutar de tu moto es una de las imprescindibles. Todos los moteros de la zona te la recomiendan, con una u otra variante, y en este caso tantas voces en común no están equivocadas.
En detalle
Si tenéis que recorrer muchos kilómetros hasta llegar a Ronda, conviene que os toméis varios días para recorrer la provincia y no solo para realizar esta ruta en exclusiva. Lo digo porque para mí Málaga es desde el punto de vista motero como Asturias, el mar queda a un lado pero la cordillera al otro. Así que el número de salidas que podréis hacer por aquí es muy elevado y de mucha calidad.
También deciros que la ruta de hoy engaña porque, a pesar de no llegar a 200 km, se tarda en hacer. ¿Por qué? Entre tapitas, fotos y vuelta a empezar es lo que hay. Unido a que a pesar que quieras hay tramos muy revirados donde cada kilómetro cuenta, podéis estar todo el día disfrutando de ella.
Tramo 1: Ronda – Jimena de la Frontera: Hay dos variantes, siguiendo la A-369 o a través de Benaoján rodando por las comarcales de Málaga. Ambas tienen buen firme, si vais con motos más deportivas os recomiendo la primera opción y si vais con motos con suspensiones más “cómodas” la segunda.
Tramo 2: Jimena de la Frontera – Ubrique: Estar atentos a los desvíos que tenéis que tomar en este tramo, porque a pesar de no tener que tomar muchos no están bien indicados y os veréis preguntando en mitad de algún pueblo o en parando en algún camino para ver hacia donde continuáis.
El asfalto está en buen estado pero olvidaros de arcenes y prácticamente de tener dos carriles. Mucho cuidado en las curvas cerradas, no hay visibilidad y si os cruzáis con algún coche conviene anticiparse e ir bien pegado a la derecha.
Tramo 3: Ubrique – Ronda: El tramo es similar al primero. Calzada más anchas y con arcén. El asfalto es muy bueno aunque hay más tráfico que en el los tramos anteriores.
¿Qué ver?
Ronda
La verdad es que la parte alta del pueblo es de visita obligada. Aunque tengamos que “hacer el guiri”, la parte de la plaza de toros y el barranco son obligados. Además de los puntos turísticos más comunes, no dejéis de visitar las puertas de entrada a la ciudad antigua ni los patios de la clásica arquitectura rondeña.
Serranía de Ronda
Es la auténtica protagonista de la ruta junto con sus incontables curvas. No es muy elevada pero sí que los desniveles son continuos, se pasa por algún puerto pero no esperéis retorcidas “paelleras”, es constante y está bien jalonada con valles y barrancos.
El descanso del motero
Dónde dormir
Dentro de Ronda hay bastante oferta pero como tampoco hay muchos municipios a lo largo de la ruta tampoco nos quedan muchas opciones. Por ejemplo, nosotros salimos desde Sevilla aunque la opción más interesante puede ser alojarse dentro de la sierra en alojamientos dentro de Jimena de la Frontera o en Ubrique.
Dónde comer
Casi en cualquier sitio siempre que te asegures que no tiene puesto el menú en inglés o alemán. En Ronda vivimos una escena bastante divertida, siempre que no te pasa a ti, cuando un camarero le explicaba a un cliente que tenía que pagar 22 euros por unas tapas compuestas por dos trocitos de queso y un par de croquetas. El asunto es que el camarero pensaba que el cliente era alemán y cuando se dio cuenta que estaba hablando con un gallego de Ferról que no entendía la factura que le estaban pasando, el camarero no sabía dónde meterse.
Lo dicho, evitar los lugares orientados al público extranjero y tendréis una oferta gastronómica muy alta y sin sorpresas en los precios.
Suzuki V-Strom 1000
Esta remodelada V-Strom 1000 es uno de los productos punteros dentro del catálogo de Suzuki y no han escatimado esfuerzos en mejorar la maxi trail. Para empezar, según te subes a ella se nota más pequeña y compacta que las motos de la competencia. Sin duda esta ayudada por la configuración de su motor en V que la hace ser más estrecha y, de no ser por los plásticos que cubren al depósito, sería realmente angosta. Desde el primer momento me pareció conducir más una 600 que una 1000: todo está muy a mano y la potencia no asusta. Para mi es uno de los puntos a mejorar, no sé muy bien porque Suzuki ha limitado la potencia de la moto a 100 CV, quedándose en cifras notablemente inferiores a la competencia. La moto lanzada corre lo suyo pero se puede quedar un poco corta en lo relativo a aceleración, debemos tener en cuenta que es un tipo de moto que se lleva bien cargada y con paquete. Esto también tiene efectos cuando vas en autovía, la moto anda sin problemas cuando el cuentavueltas llega al 6, pero entonces penaliza en consumo.
Todo esto se te olvida entre curvas, además de brillar de un modo notable en manejabilidad, el apartado de frenos y suspensiones es sobresaliente. El tacto siempre enérgico del V2 en bajos además de un chasis firme me llevó a disfrutar como con pocas de la parte más revirada de la sierra. Para gusto de este motero el V2 siempre es un motor muy racing, agrio pero efectivo y si no que le pregunten a Ducati que basa gran parte de la filosofía de la marca en motores menos potentes que la competencia aunque montados sobre chasis rígido y una parte de ciclo de mucha calidad. Y esa era la sensación que tenía al pilotar esta Strom, gran parte de ciclo que da mucha confianza cuando llegan curvas unido a un motor enérgico en bajos, con un freno motor espectacular.
Mención aparte es el apartado del trabajo de las vibraciones, está muy bien resulto porque ya no hay manera de reducir de un modo considerable las vibraciones de un bicilíndrico de gran cilindrada, Suzuki se ha concentrado en que las vibraciones no se transmitan al piloto y lo han conseguido. Por ejemplo cuando sacas la moto en marchas largas desde abajo, ves como todo vibra desde el cuadro de relojes hasta la cúpula… Y digo ves porque no sientes las vibraciones ni en manos ni en pies.
Sin duda esta Suzuki es diferente al resto de las maxitrail pero tiene su público y argumentos para seguir en la brecha después de esta remodelación. Personalmente me encantó, aunque el tacto es completamente diferente a otras a la hora de devolver la moto a Suzuki entendí porque la saga Strom tiene tantos seguidores tanto en la 650 cc como en esta 1000 cc. Muy personal y muy eficaz.
