La marca española de fabricación asiática MITT desembarcó en nuestro país el año pasado con mucha fuerza, bajo el paraguas del conocido importador Jets Marivent. La 400 GPR es el último modelo en llegar, una deportiva con la que la joven marca asciende a 17 propuestas diversificadas en segmentos scooter, custom, naked, trail, scramblers, supersport y ATV.
Así, la MITT 400 GPR debuta con el propulsor más potente de toda la gama, es decir, un bicilíndrico paralelo 8 válvulas con 378 cc que declara 41 CV a 9.000 rpm y 33,5 Nm a 6.500 rpm. Inyección electrónica Delphi, Euro 4, escape elevado 2-1 y caja de cambio de seis velocidades completan el conjunto motriz.
En la parte ciclo destaca la gruesa horquilla invertida regulable en extensión, un amortiguador central con bieletas regulable en precarga y un bastidor multitubular de acero con pletina inferior del mismo material. La frenada recae en dos discos delanteros lobulados mordidos por pinzas de anclaje radial y ABS de doble canal. El basculante es de aluminio, material que también encontramos en la tija superior, la torreta de los semimanillares y la palanca de freno. La 400 GPR calza neumáticos radiales CST Adreno Sport.
El equipamiento de serie se completa con unos semimanillares por encima de la tija, instrumentación mixta analógica-digital, maneta de freno regulable, depósito de gasolina con 13.5 litros, carenado integral afilado e iluminación full-LED.
En este competido segmento supersport-iniciación encontramos rivales como la Kawasaki Ninja 400, KTM RC 390, Benelli BN 302 R, Honda CBR500R y Zontes X310, a falta de las hipotéticas BMW G310RR y Suzuki GSX-R250.