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Mayo del 68: revolución y victoria

Fotos: SMN
Siempre hay una primera vez y el 4 de mayo de 1968 fue la fecha en la que se registró la primera victoria española en el Campeonato del Mundo de Velocidad. Salvador Cañellas y su Bultaco iniciaron (sin esperarlo) en el XVIII Gran Premio de España (Montjuïc) un exitoso camino que contempla 585 triunfos en medio siglo... y subiendo.

La sublevación estudiantil de mayo de 1968 significó el final del silencio y cambió la sociedad para siempre. Aunque París fue el epicentro de la revuelta con posterior macrohuelga general, tampoco debemos olvidar la Guerra Fría, Vietnam, el asesinato de Martin Luther King y Robert F. Kennedy o la Primavera de Praga.

En lo que a motociclismo se refiere, nuestro particular Mayo del 68 tuvo lugar en Barcelona. Aquella mañana del sábado 4 de mayo en la ciudad condal nadie podía imaginar que la primera victoria de un piloto español en el Mundial estaba a punto de llegar. A la postre fue un éxito arrollador integral: piloto, moto, circuito y organización. Ya nada volvería a ser igual. Fernando Aranda, Vicente Naure, Miquel Simó y Ramón Torras lo intentaron con anterioridad, pero sin éxito. Marcelo Cama fue el primer español en subir al podio en un GP del Mundial (2º, TT 125 cc, 1956) y Ángel Nieto el primero en ganar un campeonato FIM (50 cc, 1969) pero Salvador Cañellas hizo posible lo imposible a los mandos de una Bultaco TSS 125 en el mágico circuito urbano de Montjuïc (27 vueltas de 3.790 km), segunda de las nueve carreras puntuables de aquella temporada en la categoría del octavo de litro.

Salvador Cañellas celebra la victoria en el GP de España (Montjuïc 1968)

Sí, la trayectoria y palmarés del último crack español de la velocidad, Marc Márquez (63 victorias y 6 Mundiales), parece ser ilimitada y está llamado a ser el piloto español más laureado, pero los pioneros también merecen todo mi respeto. Cuando lo excepcional se convierte en habitual pierde interés, por lo que la repetición de ese hecho ya no es noticiable y se le resta importancia: un peligro pensar así. También es habitual perder la perspectiva, básicamente por eso de saber de dónde venimos. Para muchos envejecer es ir acumulando información que no le interesa a nadie, aunque quizá bien podríamos bautizarlo, simplemente, como cultura popular motociclista.

Salvador casi se queda sin correr aquel primer fin de semana de mayo porque apuró hasta el final para inscribirse y se quedó sin plaza: menos mal que Enrique Escuder le cedió la suya. En la categoría de 50 cc Nieto había terminado 2º por detrás del alemán Anscheidt (Suzuki) por sólo 4 décimas, privando a Ángel de ser el primer español ganador de un GP. Así, en 125 cc los pilotos oficiales de Yamaha, Phil Read y Bill Ivy, partían como claros favoritos sobre sendas bicilíndricas 2T de válvula rotativa realmente inalcanzables. A la postre ganarían todas las carreras de aquel año… menos una. Las MZ también asustaban (Rosner, Andersson, Braun y Huberts) y Cañellas tenía compañeros de armas tomar en el propio seno del equipo Bultaco (Molloy, Robb y Álvarez). Quinto en entrenos, adelantó a Rosner y Andersson para colocarse tercero tras las dos intocables Yamaha en la séptima vuelta pero, la Diosa Fortuna jugó a su favor y ambas se retiraron por avería. Sin cometer fallos cruzó bajo la bandera a cuadros con medio minuto de ventaja sobre Ginger Molloy y casi doblado a Heinz Rosner (a 1’47” del español). ¿Anécdota? ¿Suerte? Bueno, siempre hay que estar ahí… No hubo prima de Bultaco, sólo el premio de la carrera: 12.000 pts.

Salvador Cañellas camino de la victoria en el GP de España (Montjuïc 1968)

La versatilidad hecha hombre se llama Salvador Cañellas: moto, coche de rallye o camión, todo pasó por sus manos con éxito. Tras correr con Vespa, Derbi y Montesa en sus inicios se coronó con Bultaco en 1968, aunque no tan idílicamente cómo le habían propuesto: TSS carreras-cliente, viajando en su coche con remolque y un mecánico de fábrica. Antes de Montjuïc, Cañellas había ganado 4 mangas de una carrera en Nogaro por lo que mentalmente llegaba muy fuerte a “su” circuito.

Tras la etapa mundialista sobre dos ruedas (en 1970 disputó la temporada completa como compañero de Nieto con una Derbi 50 cc) tuvo tiempo para ganar 3 veces las 24 Horas de resistencia de Montjuic (1969 Bultaco, 1973-75 Ducati), repetir victoria mundialista en el GP de casa en 1970 por delante de Kunz/De Vries, ser campeón de España de Rallies/Fórmula 1430 (1972), Turismos (1980) y firmar un cuarto en el Rally de Montecarlo 1977 (Seat 124D 1800).

En lo que a victorias globales por países en el Mundial de Velocidad se refiere, España ocupa la segunda posición sólo por detrás de Italia (789 / 75 mundiales), en parte porque los transalpinos ya ganaron muchas carreras 20 años antes que nosotros (1949-1967) y Agostini acumula 122 él solito. En la última década las tornas se han invertido y, a tenor de la cantera y la proyección de los nuestros, quizá, en las próximas 10 temporadas podamos superarles.

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