En los últimos años, la presencia de organizaciones de moteros como los Ángeles del Infierno, Satudarah MC, No Surrender MC o Bandidos MC, de las que hablamos en su día en nuestro especial sobre bandas moteras, está creciendo en España: hasta 70 bandas de este tipo ya están diseminadas por nuestro país. El problema surge de los métodos que utilizan para financiarse, que van desde el tráfico de armas y estupefacientes, al blanqueo de capitales y otros delitos menores como el allanamiento de morada, la extorsión y los robos con violencia.
La expansión de estas bandas y de sus negocios ilícitos preocupa al Gobierno. Si ya el año pasado alertaban del peligro que puede suponer su implantación en nuestro país, este año van más allá y, según publica el diario El País, el Ministerio del Interior tras realizar un informe ha lanzado una instrucción: «incrementar la actividad policial preventiva y de investigación sobre ellos aprovechando su estado incipiente de implantación en nuestro país».
Además, como la mayoría de bandas procede de los Países Bajos, Interior reclama en su instrucción que haya colaboración entre los cuerpos policiales y el Gobierno holandés para evitar la implantación en España de unos grupos contra los que el país centroeuropeo está luchando de manera intensa, incluso llegando a prohibir sus eventos en algunos territorios.
Saturadah MC
Los datos recogidos por las fuerzas de seguridad del Estado señalan a la banda Saturadah MC como una a las que hay que prestar más atención para evitar que aumenten su influencia en la sociedad española. Según el informe del Ministerio del Interior al que ha tenido acceso El País, «su implantación como banda ha sido acompañada del establecimiento de negocios lícitos en diferentes sectores como la hostelería, el motor o la mecánica, así como el mercado inmobiliario que, regentados por sus miembros de manera exclusiva permiten camuflar entramados para dar opacidad a los beneficios con las actividades ilícitas cometidas en su país de origen».