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Las motos también tienen enemigos: así nos ven algunos…

Nos gustan las motos y nos gusta subrayar sus ventajas. Pero no vivimos solos: también hay a quienes no les gustan y argumentan motivos de ruido, accidentes y ocupación de aceras entre otras cosas.

A ti y a mí nos gustan mucho las motos, tanto que a veces nos olvidamos que hay personas que no las miran, ni a nosotros, con tan buenos ojos. En algunas cosas, hay que dar la razón a veces a quien nos critica: las motos actuales son muy silenciosas, pero basta que pase un ciclomotor con un escape roto (o mal trucado) por la calle para que años de trabajo para mejorar nuestra imagen se vayan al traste. Si no queremos que esa imagen se estropee, ya sabes, cuando coincidas o conozcas a alguien “montado en un ruido” recuerdale que pertenece a un grupo y que la mayoría no queremos que se nos vea (ni oiga) de esa forma.

Otra acusación (injusta si se hace de forma general) es que las motos contaminan mucho. Las motos actuales (Euro 4) contaminan tan poco como los coches de última generación, y como están menos tiempo en movimiento (no hay que buscar aparcamiento ni se quedan atascadas) en realidad sus emisiones son menores. Si además divides las emisiones por el número de personas que llevan, la cifra es aún más ventajosa.

Las motos menos nuevas, contaminan más pero siguen siendo mucho más limpias que sus coches equivalentes: una moto de hace diez, incluso veinte, años, tiene emisiones mucho menos perjudiciales que un coche de esa época (sobre todo si es diésel, que fueron los más vendidos y siguen circulando). Lo que sí es cierto es que las motos antiguas con motor dos tiempos pueden ser más contaminantes, y es algo que vemos en algunos países donde este tipo de vehículos siguen siendo mayoría, incluso usando combustibles y aceites poco eficientes. La India, por ejemplo, tiene graves problemas de contaminación porque por sus calles circulan millones de motos y coches con motores dos tiempos que queman aceite malo.

Otra queja de los críticos de las motos es relativa a su seguridad: en caso de accidente, se tienen entre 15 y 20 veces más posibilidades de fallecer que si el accidente lo tuviéramos en coche. Bueno, si los coches tuvieran más cuidado (2 de cada 3 accidentes con otro vehículo los provoca el otro) nos iría mejor. También es importante mejorar la conciencia a nivel de equipamiento, pues esa diferencia se debe a la falta de protección (seguridad pasiva) en las motos, que depende enteramente del equipamiento. Si además se consiguen mejorar los tiempos de atención (llegada de ambulancia) las cifras mejorarán mucho. Pero, sí, es cierto, somos los más vulnerables en el tráfico junto a peatones y ciclistas, pero no por eso dejará de haber peatones y ciclistas. Por eso, necesitamos que se tomen medidas para protegernos, como a ellos.

La última queja de los detractores de las motos es que poco a poco han invadido las aceras de las ciudades. Realmente esto depende de la normativa de cada Ayuntamiento, y también de lo serios que sean con quienes no la cumplan. Si dejamos nuestra moto siempre en la acera como mejor nos venga, sin pensar si por allí tiene que pasar gente (gente mayor en particular), pues estamos contribuyendo a que esas críticas aumenten y tengan razón. Pero si procuramos aparcar de forma apartada, o cumpliendo la ordenanza cuando la hay, la cosa cambia. A medida que aumenta la cantidad de motos en el tráfico, habrá que prever más plazas dedicadas a las motos en la calzada para impedir que éstas invadan las aceras, pero ése es trabajo de cada ayuntamiento (y por nuestra parte pedir que se reserven esas plazas, enviando fotos de zonas con las aceras invadidas y mostrando dónde podrían ir las plazas en la calle).

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