Como bien sabes si sigues el mercado de la moto, desde enero de este año entró en vigor la normativa Euro5. Se trataba de un nuevo paquete de medidas destinados a mejorar el impacto medioambiental de las motos, especialmente en lo que a emisiones y ruidos se refiere. Esta evolución en la normativa casi se ha solapado en el tiempo con la Euro4, que apenas ha estado en vigor cinco años, pero que en conjunto han conseguido mejorar las emisiones de una manera nunca vista.
Para hacernos una idea de lo que han mejorado las emisiones gracias a la Euro4 y Euro5 hay que coger como referencia a la Euro3, una normativa que entró en vigor en 2006 y que acabó en 2016, se han disminuido las emisiones en un 60% en monóxidos de carbono (CO), y en 71% en hidrocarburos y óxidos de nitrógeno (HC+NOx). Es decir, se tratan de motos mucho menos contaminantes que las Euro3 pero es aquí donde viene la paradoja, y es que la etiqueta medioambiental emitida por la DGT es la misma para las tres.
Ya sabemos que las calificaciones medioambientales que en su día introdujo la DGT son una auténtica aberración a los sentidos, porque no se tenían en cuenta las normativas que cumplía o no sino la fecha de matriculación, dándose el caso de que dos vehículos iguales matriculados uno el 31 de diciembre de 2005 y otro el 2 de enero de 2006 tendrían diferente calificación medioambiental.
Ahora mismo nos encontramos, si cabe, con una paradoja mucho mayor, y es que las motos C engloban tres normativas diferentes siendo las dos últimas mucho más respetuosas con el medio ambiente. Como suele pasar, la realidad vuelve a superar a las instituciones que, según nos comenta ANESDOR (la patronal del sector de la moto) son conscientes de este sinsentido en el que ya están buscando una solución. Como podemos imaginar esta solución no tiene un plazo, por lo que habrá que esperar hasta tener un nuevo etiquetado. Lo que sí se sabe a día de hoy es que estas nuevas etiquetas tendrán un carácter retroactivo siempre y cuando sean positivas. Es decir, todas las motos Euro5 tendrán el nuevo etiquetado, mientras que las Euro4 y Euro3 no perderían su etiqueta actual.
Además, aprovechando estos contactos entre ANESDOR y la DGT se ha solicitado que las etiquetas para moto se mejoren en lo que a calidad se refiere, y es que están diseñadas para ir en el interior de los coches y resguardadas de la intemperie, por lo que en las motos se deterioran con rapidez.