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Las 5 cosas que más me gustaron del Yamaha TMAX 2018

El Yamaha TMAX es sin duda el rey de los scooter, por su popularidad y por sus ventas desde que llegó al mercado, pronto hará dos décadas en su primera versión. Aunque tiene algunas contrapartidas, hay cinco cosas del modelo actual que no se nos olvidan y refuerzan esa idea de que es un modelo a tener muy en cuenta.

Las virtudes del Yamaha TMAX no son ningún secreto a estas alturas. Casi veinte años después de la llegada del primer modelo, pese a su evolución y los cambios de las diferentes versiones, ha mantenido sus puntos fuertes. Parte del secreto de su éxito es ése, que Yamaha no se ha complicado con cambios drásticos (montando un motor mucho más potente por ejemplo) y sí con una evolución siempre en el mismo sentido. El TMAX no está libre de puntos débiles: su precio siempre ha sido alto (ahora con las versiones más equipadas aún más) y la popularidad se paga en que es presa favorita de los amigos de lo ajeno.

Yamaha TMAX 2018

Lo segundo se soluciona con cuidado y buenos antirrobos (también suerte), además que la versión actual es más segura: llave electrónica y bloqueo de caballete, o localizador (aplicación). A lo primero sólo puedo decir que no conozco de nadie que, tras comprar uno, se haya arrepentido… Pero sus puntos fuertes son muchos, y después de probar el actual en diferentes ocasiones me parecía algo bueno de recordar ahora que termina el año… y sabemos que en 2019 no habrá variaciones. Cuando has tenido como en mi caso la oportunidad de probar todas sus versiones a lo largo de los años, y sus rivales, tienes buenas referencias para comentar esas cinco cosas que más me gustan del Yamaha TMAX

Prestaciones suficientes

A lo mejor te choca que destaque las prestaciones como algo que me gustó del Yamaha. Si haces una encuesta entre todos los usuarios de TMAX para saber qué les gustaría añadir a su moto, estamos seguros de la respuesta: ¡que corra más! Yo mismo he llegado a probar innumerables combinaciones de variador, escapes, centralita… incluso pantallas parabrisas (que influyen mucho) buscando más aceleración o velocidad punta.

Yamaha TMAX 2018

Pero, al final, la realidad es que el TMAX actual de serie corre lo suficiente pese a mantener la estructura de su motor bicilíndrico de “medio litro” (originalmente 499 y ahora 530 cc). La versión actual saca mucho provecho de esos 40 y pico caballos, acelerando con ganas gas a fondo, y superando los 160 km/h reales (180 indicados). Suficiente para perder muchos puntos del carné según dónde te hagan una foto. Solo alguien con buenas manos, y montado en algo claramente más rápido, te sacaría ventaja a la hora de la verdad.

Suavidad de marcha y comodidad

Iba a ponerlo en primer lugar pero quise subrayar que el TMAX actual se siente suficientemente rápido. Pero posiblemente sea lo que de verdad “enamora” de este scooter a cualquiera que lo prueba: su suavidad. Lo suave que arranca, lo suave que acelera, lo suave que ruedas a sus mandos. Voy casi siempre en moto con tapones en los oídos, para proteger mi audición, y eso te filtra muchos ruiditos en la mayoría de motos. Cuando haces algún trayecto sin tapones te choca escuchar todos esos ruidos, pero con el TMAX la suavidad de marcha también se traduce en un silencio sorprendente. Quizás por ello muchos buscan sensaciones (acústicas) con otro escape…

Yamaha TMAX 2018

La suavidad de marcha va de la mano de una gran comodidad. Desde los primeros TMAX, Yamaha les ha dado esa estética deportiva, agresiva, pero es sin duda un cordero vestido de lobo, y no al revés. No hay muchas motos que sean tan cómodas para piloto y pasajero, que protejan tan bien de los elementos. Todo esto, sin duda, suele ser un descubrimiento para quien lo prueba por primera vez, pero es el motivo por el que no son pocos quienes después de un TMAX sólo buscan… otro TMAX.

Polivalencia y comportamiento

Es suave, cómodo, ya hemos dicho que es bastante rápido… y no lo es sólo en línea recta. El comportamiento del TMAX fue su punto fuerte desde el primer día, en un ya lejano año 2000 en el que el concepto “scooter” implicaba renunciar totalmente a un comportamiento mínimamente deportivo, de moto. Con su concepto más de moto automática que de scooter, con el motor centralizado y una auténtica suspensión trasera (no el motor colgado), su chasis rígido y buen tren delantero, el TMAX siempre ha sido un aventajado. Ágil y estable a la vez, preciso, ofreciendo información y buen tacto a su piloto.

Yamaha TMAX 2018: cuadro y llave inteligente

Con los años (aunque tardaron mucho) han llegado otros scooter deportivos que han replicado su diseño básico y ya no está solo. Incluso en uso puramente deportivo algunos rivales le pueden superar, pero todavía ninguno llega a ser tan polivalente como el TMAX. Podemos ir a velocidad de peatón, paseando, ratoneando entre coches atascados, disfrutando de curvas retorcidas, desplazándonos en vías rápidas para llegar antes, de viaje… Nunca falla, en ninguna situación. Y su fiabilidad, que no es algo que pruebas sino que se descubre a largo plazo, es notable.

Electrónica y equipamiento

Cuando probé por primera vez la última versión del Yamaha TMAX, en su versión “full equipe” DX, confieso que me asaltaba cierto rechazo de entrada. La marca había llevado quizás demasiado lejos el concepto, metiendo mucho equipamiento electrónico a cambio de un precio “de lujo”. Pero me pasó lo que he comentado más arriba, aunque en mi caso no pagara de mi bolsillo la moto sino que la probaba unos días: una vez en marcha y bien probada, me parecía más justificado ese equipamiento. Me gustó y lo echaría de menos si no lo tuviera.

Yamaha TMAX 2018: piña izquierda (crucero y pantalla)

La llave electrónica no te parece interesante hasta que la pruebas y ves lo bueno que es no necesitar sacarla para todo. El control de crucero o el de tracción (muy sutil salvo en zonas de muy mal agarre) son prácticos. Los modos de motor quizás menos (ya hemos dicho que no va sobrado de potencia). Pero la calefacción en puños o asiento se agradecen, como la pantalla regulable. Al final, pruebas todo eso y te parece difícil renunciar a ello…

Capacidad de carga

De nuevo un punto quizás polémico: si no caben dos cascos integrales en el hueco, no podemos decir que sea “bueno“… ¿o sí? Yamaha ya ha demostrado que sabe hacer huecos muy capaces, y si no me crees mírate el del XMAX 300 o 400. Pero en realidad ¿quién guarda dos cascos bajo el asiento? A mí sólo me ha pasado muy contadas ocasiones, por ejemplo dejándolos en el aeropuerto al salir de viaje acompañado. Lo que sí necesito es un hueco amplio donde quepa una mochila grande: en muchos scooter eso no es tan fácil porque su hueco tiene la forma del casco (o cascos). Una mochila o un maletín con el portátil dentro, de nuevo no tan fácil a veces. El TMAX actual ha hecho crecer aunque sea ligeramente ese hueco, para mi gusto de forma errónea haciéndolo algo más estrecho también, pero lo cierto es que sí hay más litros y siguen cabiendo bien objetos “reales”.

Yamaha TMAX 2018

Aparte del hueco, yo (y no soy el único) también necesito que el asiento y la parte trasera de la moto (scooter en este caso) sean bastante planos y anchos para poder atar, en caso necesario, una bolsa o caja. No te imaginas las cosas que he llevado atadas en los TMAX… y que en pocas motos o scooter sería posible, ya sea porque falta anchura y “asentamiento”, o porque las asas estorban, o porque falta longitud. Esa posibilidad también es “capacidad de carga” en la práctica, y, aunque no tiene plataforma plana (ya sería la pera), por eso creo que también es algo bueno del Yamaha TMAX que completa nuestra lista de puntos fuertes.

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