Las exigencias medioambientales han marcado una nueva referencia con la entrada en vigor de la normativa Euro4 el pasado 1 de enero, que busca la reducción de emisiones, marcando límites cada vez más exigentes, y la mejora de la seguridad, obligando al uso de sistemas de freno ABS o CBS. Esto supone que los fabricantes tienen que hacer frente a nuevos desafíos tecnológicos que, lógicamente, tienen una repercusión económica en los nuevos modelos.
Según un análisis de KYMCO, el impacto derivado de esta nueva dotación tecnológica exigida por la normativa puede oscilar entre 200 y 700 euros, dependiendo de la materia que se trate: emisiones (entre 100 y 200 euros, dependiendo si el precedente es un modelo de inyección o de carburador), ABS (entre 350 y 500 euros), o CBS (entre 100 y 150 euros).
A pesar de estos condicionantes, KYMCO ha decidido adaptar plenamente su gama a la normativa Euro4, y en 2016 va a lanzar cinco nuevos modelos que cumplen con la nueva reglamentación: Agility 125 (CBS), Grand Dink 125 (ABS), Grand Dink 300 (ABS), Super Dink 125 (ABS) y Super Dink 350 (ABS), que llegarán al mercado entre junio y septiembre con un PVP que oscila entre los 2.400 (Agility City 125) y los 5.300 euros (Super Dink 350). Durante el presente año, la actual gama KYMCO (Euro3) se comercializará y convivirá con los nuevos lanzamientos.
KYMCO nos ha ofrecido la oportunidad de conocer cómo es el proceso de homologación de una moto para la normativa Euro4, y hemos podido visitar las instalaciones del INTA (Instituto Nacional de Técnicas Aeroespaciales), donde se realizan estas labores. En esencia, la entrada de la normativa Euro4 es un paso más para cumplir uno de los objetivos de la Comisión Europea, que es que contaminen por igual un coche y una moto, y esto ha de cumplirse en 2020.
Para el sector de la moto supone un esfuerzo mayor que para la industria automovilística porque dispone de menor tiempo para alcanzar esos límites comunes, dado que su capacidad es más limitada que en la industria del automóvil. Por ejemplo, el paso de la normativa Euro3 a Euro4 supone una reducción de un 56 por ciento en las emisiones de CO, y con la llegada de la Euro5 en 2020 aún habrá que reducirlas en un 12 por ciento más.
Otro aspecto preocupante es que con la normativa Euro4 los motores de “dos tiempos” están condenados a desaparecer, porque serán incapaces de cumplir los límites marcados por la reglamentación. Y con el fin del “2-T” muchos pequeños fabricantes ven comprometido su futuro.
