Siempre se ha dicho que la vida es eso que pasa mientras uno hace planes, es decir, que da igual lo que uno pretenda hacer porque el futuro no depende únicamente de nosotros sino de infinitos factores que se nos escapan de nuestro control. Precisamente eso es lo que demuestra el vídeo que acompaña al artículo y que deja claro que si no te toca no te toca… Ya sabes, a buen entendedor pocas palabras le bastan.
El protagonista del vídeo (un youtuber que se hace llamar Piston) podríamos considerar que vuelve a nacer. Rodando por una carretera de doble sentido, sin invadir el carril contrario pero circulando mucho más rápido de lo permitido (el marcador llega a sobrepasar los 150 km/h). De repente y justo tras un cambio de rasante, un coche viene de frente, lo cual es normal. Pero a su lado vienen tres motos adelantándolo prácticamente en paralelo y con línea continua, lo cual es tan anormal como los protagonistas de la maniobra, pero demasiado habitual hoy en día.
Por suerte para el protagonista del vídeo y también para los otros dos asesinos en potencia, Piston con su KTM Duke pasa entre medias pero sin tiempo más que a cortar gas. La suma de velocidades entre los más de 150 de uno y, al menos, la misma velocidad de los otros hace que sea imposible una reacción efectiva. Quizás precisamente eso es lo que hizo que este vídeo no acabase en desgracia y es que si uno u otro hubiera intentado variar su trayectoria podrían haber coincidido al mismo tiempo y en el mismo lugar. Paradojas de la vida…
Pero el vídeo no acaba ahí, después de recuperarse del susto Piston se da la vuelta en busca de sus casi verdugos y, casualidades de la vida, uno de ellos está «espanzurrado» en el suelo. No se trata de ninguno de los tres invasores del carril contrario, sino del cuarto integrante del grupo que iba detrás del coche y que poco después se estrelló contra él según nos cuenta el youtuber francés en su vídeo. A pesar de lo que pueda parecer, el accidente se salda con lesiones menores y una «simple» fractura de brazo, un precio muy bajo teniendo en cuenta sus juegos.
La verdad es que no hay manera de que a uno le entre en la cabeza en qué piensa este tipo de «usuario de moto», auténticos asesinos en potencia que no solo juegan con su vida sino con la de todos los que usamos las carreteras tanto en moto como en el resto de vehículos. Flaco favor nos hacen a los motoristas este tipo de conductas, así que si eres uno de ellos estás a tiempo de pensártelo: no juegues con la vida de los demás.
