Por desgracia, no siempre que salgamos con nuestra moto las condiciones que nos encontremos serán las óptimas. En ocasiones nos encontraremos con lluvia, otras con viento, nos anochecerá por el camino e incluso nos puede caer una nevada, pero una de las peores situaciones para vivir en la carretera es la de entrar en un tramo con niebla. Aunque el resto de condiciones no sean agradables, circular viendo unos pocos metros por delante es una situación complicada y peligrosa, por lo que hay que extremar las precauciones al máximo.
Utiliza la lógica
Parece un consejo de “perogrullo”, pero hay que tener en cuenta que por mucho que conozcamos el camino, por muchas veces que hayamos pasado por la misma curva, las condiciones de visibilidad nos van a impedir ver como lo hacemos habitualmente. Además, el asfalto suele estar mojado y aunque no llueva puede estar tan resbaladizo como si lo estuviera haciendo. Así que se debe ser muy prudente e ir alerta.
Para en un lugar seguro
Si la situación es extrema y consideras que la niebla es demasiado densa, continuar conduciendo es asumir unos riesgos innecesarios. Por eso es mejor parar en el primer lugar seguro que encuentres (gasolinera, área de servicio, aparcamiento…) y si aún así la visibilidad sigue siendo limitada no desconectes la luces de posición para que pueda verte cualquier otro vehículo que llegue.¡
Reduce la velocidad
Al tener menos campo de visión es imposible anticiparse como lo haríamos en condiciones normales. Por eso y aunque sepamos “al dedillo” todas las curvas del camino, hay que adaptar la velocidad hasta poder detener la moto en los metros que abarca nuestro campo de visión.
Utiliza las señales y las marcas viales
Si la niebla es especialmente densa, puedes emplear las líneas en el asfalto y las señales delimitadoras de la calzada para poder continuar el camino y llegar a un lugar más seguro donde detenerte.
Utiliza ropa de alta visibilidad
Si prevés que puedes encontrarte niebla en el camino, aunque no la haya en el momento que empiezas la ruta, lo más aconsejable es recurrir a chaquetas y equipación de alta visibilidad. Chalecos reflectantes, ropa de color flúor… toda ayuda para aumentar tu visibilidad ante el resto de usuarios es poca.
Conduce “fino”
Intenta no realizar cambios de trayectoria o frenadas bruscas. Nunca olvides que igual que tu no ves, el resto no te ven a ti. Evita por todos los medios variar de manera drástica tu conducción al entrar al banco de niebla y ve reduciendo la velocidad de manera paulatina. No cambies de carril a no ser que sea estrictamente necesario y, por supuesto, no se te ocurra pararte en la carretera o el arcén.
No pongas las “largas”
Aunque no consigas ver más allá de tu nariz, el poner las luces de largo alcance no solamente no te ayudarán a ver más, si no que reducirán tu campo de visión. La luz que emiten se reflejará en las partículas de agua en suspensión y te rebotará, haciendo que veas mucho peor. Eso sí, si dispones de luces antiniebla, recuerda conectarlas, te ayudarán a ver y a ser visto.
Usa pantallas de alta visibilidad
Si dispones de ellas no dudes en emplear pantallas de visión nocturna o alta visibilidad. Su ahumando, amarillo o anaranjado ayuda a aumentar la capacidad de visión.
