En la década de los ’80 del siglo pasado, las Suzuki GSX-R supusieron la llegada de las motos de competición a la calle. Hasta entonces, los modelos para circular por las vías públicas distaban mucho en estética y prestaciones de lo que se podía ver en los campeonatos punteros. Tanto fue así que la GSX-R 750, de la que recientemente se celebraban los 30 años de su lanzamiento, se convirtió en un icono y una máquina deseada por la mayoría. Es más, a día de hoy y a pesar de que el paso del tiempo la ha convertido en un objeto de colección y una moto que a simple vista sigue siendo atractiva.
Pero siempre se le puede dar una vuelta de tuerca a un modelo tan espectacular y convertirlo, aún más, en un objeto de culto. Esto es lo que ha hecho la gente de ICON, que localizaron la que han denominado “ICON ONE THOUSAND” para promocionar su nueva gama de productos.
El departamento de modificaciones de la empresa estadounidense, con sede en Portland, comenzó a modificar la “Gixxer” que localizaron en un granero cercano y en un estado lamentable para dar una nueva oportunidad al modelo, aunque llevando a cabo diferentes modificaciones técnicas y estéticas.
Destaca la incorporación de las llantas que Harley-Davidson montó a las primeras Harley V-Rod, así como los carenados, fabricados en fibra de vidrio, que son una mezcla entre Moriwaki y XR69. Además se han incluido otras piezas de diferentes modelos, restaurando también parte del chasis y otros componentes que estaban dañados por el paso del tiempo.
En cuanto al nombre, Major Tom, hace referencia a la mítica canción del recientemente desaparecido David Bowie, pero el proyecto se inició hace más de tres años, por lo que únicamente se trata de una casualidad según indican los responsables del mismo.
