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La tristeza no debe bañarnos de impotencia… Debemos seguir luchando

Fotos: JCT
La deslealtad a los ciudadanos desde la función pública y su impunidad debe marcar los siguientes pasos de nuestro camino en la lucha por nuestros derechos.

Moriré expuesto a la condena que el destino me muestre, pero seré libre durante todo este tiempo para seguir respirando el aire que respiro y elegir el camino… El rumbo de mi vida.

No temeré ni he temido al castigo por enfrentarme a la corrupción en nuestro pequeño “estado de derecho en pañales”. Ante ella, solo se puede responder en rebeldía y cada uno de nosotros debemos darle el biberón, hacerlo fuerte y libre, convertirlo en indestructible y no permitir que durante la regencia de algunos políticos y militares sin escrúpulos, nuestra esperanza muera.

Caso A Coruña

Don Pedro José Pastor es un personaje que ejerce en la función pública y su cargo actual, desde hace poco, es en la Jefatura Provincial de Tráfico de Segovia. Resulta que hasta reciente fecha lo hacía en la Jefatura Provincial de Tráfico de A Coruña y es y ha sido por este último cargo que desde la organización ciudadana Asociación Mutua Motera hemos tenido que proceder a denunciarle en los tribunales.

¿Qué ha hecho?

A este Jefe Provincial de Tráfico, con eso de Ilustrísimo incorporado según los protocolos de buenas prácticas en comunicación diplomática que no por merecido, recomendaba a mandos de la Guardia Civil la apertura de investigaciones contra un Guardia Civil de Tráfico por denunciar el mal estado de conservación de la red viaria en varios puntos de su demarcación de vigilancia.

Y resulta que altos cargos de la Guardia Civil, siguiendo la cultura típica en los últimos años que atenta contra la imagen y honor del Cuerpo, deciden abrir expediente disciplinario a este Guardia Civil basándose en que estas denuncias constituyen el 30% de todas las denuncias interpuestas por el agente a lo largo de 2012 (el otro 70% fueron denuncias a ciudadanos), lo que implica, según lo reflejado en su expediente, una persecución de las infracciones “más allá de lo normal…” y evidencia “…el desconocimiento de las instrucciones dictadas en cuanto a estas actuaciones…”.

En el expediente disciplinario se considera que el hecho de que el agente de Tráfico denuncie el mal estado de la carretera, supone una falta grave por ser “un acto que atenta contra la dignidad de las instituciones o poderes del Estado, de las Comunidades Autónomas o Administraciones Locales, a las personas o autoridades que los encarnan o a sus símbolos; así como tratarse de una conducta gravemente contraria a la dignidad de la Guardia Civil”.

En el oficio que remitió a la Guardia Civil el Sr. Pastor, dando cuenta de la actitud irregular de un Guardia Civil, ponía de manifiesto que el agente estaba interponiendo denuncias contra la Administración de carreteras bajo el concepto de incumplir su obligación de mantener la carretera en las mejores condiciones posibles de seguridad para la circulación, recogido en los artículos 57 de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial y art. 139 RGC, cuando, según el Jefe de Tráfico, el término “mejores condiciones posibles de seguridad para la circulación”, “constituye un concepto jurídico indeterminado…”.

Juan Carlos Torbio en una de sus charlas en un colegio.JCTR

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