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Tres años sin Marco Simoncelli: un recuerdo imborrable

Fotos: SMN
Ya han pasado tres años del fatídico accidente que acabó con la vida del piloto italiano en el circuito de Sepang. El paso del tiempo no ha hecho más que agrandar su figura y su recuerdo para los aficionados al motociclismo, que hoy siguen llorando su pérdida.

El 23 de octubre de 2011 el Mundial de Motociclismo recibió una de las peores sacudidas de la última década. Desde ese momento, cada vez que la caravana mundialista hace su acampada anual en el circuito de Sepang, sobrevuela por el paddock un pensamiento totalmente uniforme y colectivo: el recuerdo del fallecimiento de Marco Simoncelli.

El piloto italiano sufrió un desafortunado accidente durante la disputa del Gran Premio de Malasia, cuando al caerse de su Honda y aferrarse a ella, se quedó en medio de la pista. Era la primera vuelta, y todo el pelotón de MotoGP estaba junto, por lo que no se pudo evitar que dos pilotos pasasen con sus motos por encima de Marco. Tan mala fue la fortuna, que uno de esos pilotos fue su gran amigo Valentino Rossi. El resultado fue catastrófico, porque ese incidente acabó con su vida.

Desde esa oscura fecha, las muestras de cariño y homenaje hacia uno de los pilotos con más carisma de todo el paddock han sido innumerables. Y hoy, tres años después de su muerte, siguen inundando las redes sociales. El sentimiento de aprecio a Simoncelli sigue latente, y seguirá en la mente de todos los aficionados al motociclismo. Como reza su lema, Siempre en el corazón.

Simoncelli fue un piloto lejos de los cánones más habituales en MotoGP. Con un talento descomunal y una ambición a veces excesiva, “SuperSic” se ganó el cariño de unos y el desprecio de otros, ya que en pista tuvo alguna que otra acción polémica junto a otros pilotos, que hizo que muchos rivales le considerasen un loco encima de la moto. Por otro lado, Simoncelli era un piloto de esos que hacen afición, que cada adelantamiento o cada maniobra suponía una dosis de espectáculo muy grande. Eso a su corta edad, 24 años, le auguraba un prometedor porvenir que finalmente no pudo demostrar.

Uno de los logros más importantes que consiguió el piloto de Cattolica tuvo lugar, lamentablemente, después de su terrible accidente. Y es que logró unir a todo el paddock y a todo el motociclismo en su conjunto, que cada año recuerdan ese fatídico día, aunque en el buen sentido, porque el verdadero recuerdo es el propio Simoncelli.

Con un circuito que lleva su nombre, el de Misano, y un hueco dentro del Salón de la Fama de MotoGP, junto a otros grandes pilotos y campeones, el legado de Marco Simoncelli sigue latente.

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