En el pasado Gran Premio de Cataluña una curiosa circunstancia permitió a Aprilia descubrir que, en ocasiones, no hace falta demasiada potencia para ser competitivos. Los problemas sufridos por Álvaro Bautista en los entrenamientos, con una caída en la cuarta sesión libre, dejó al piloto de Talavera sólo con su segunda unidad, y terminó último en la clasificatoria, arrancando desde la 21ª posición de la parrilla. La moto acusaba bastante inestabilidad y tras el “warm up” decidieron reducir la potencia, y en esas condiciones, con una pista que ofrecía poco agarre, Aprilia descubrió que, en ocasiones, menos es más.
Bautista arrancó 21º y terminó octavo, ganando trece posiciones. “Fue un auténtico maratón”, decía Romano Albesiano, máximo responsable de Aprilia. “En los últimos ocho o nueve giros Álvaro consiguió rodar al ritmo de los cinco primeros de cabeza”. Con menos potencia, la Aprilia RS-GP respondió mejor a la falta de agarre de la pista, aunque las primeras vueltas fueron críticas: “En las primeras vueltas de carrera nuestros rivales tenían cierta ventaja en aceleración a la salida de las curvas. Pero por lo que se refiere al ritmo, el ajuste se mostró acertado y por eso pude realizar tantos adelantamientos, especialmente en la segunda mitad de la carrera”, explicó Bautista.
Con esta excelente referencia, Aprilia se planta en Sachsenring con ilusión y confianza en una serie de mejoras que han preparado, sobre todo teniendo en cuenta que en la retorcida pista alemana no se puede aprovechar el máximo potencial de la moto. Según los técnicos, solo se rueda a tope entre un 10 y 15 por ciento de la vuelta, con lo que el uso de la electrónica es esencial. Además, Aprilia descubrió en Cataluña que rebajando la potencia la eficacia de la electrónica aumenta.
“En Alemania estrenaremos un nuevo basculante, que es significativamente más ligero y con diferentes parámetros de rigidez”, explica Albesiano. También hay novedades en el motor, que mejorarán el par motor a medio régimen. Pero Sachsenring es, sobre todo, una pista que exige disponer de una moto ágil.
“Sobre todo necesitamos manejabilidad y ser capaces de encontrar la trazada adecuada, tanto acelerando como sin gas”, explica Albesiano. Sin duda que ganar respuesta a medio régimen resulta fundamental para un mejor aprovechamiento en Sachsenring, aunque Albesiano también hace hincapié en la siempre delicada curva 11: “Es la primera curva a derechas tras una larga sección con la moto inclinada sobre la izquierda, es un punto crucial de la pista y debemos abordarlo con mucha atención”, indica el técnico.
