Probablemente uno de los fines de semana más extraños y controvertidos de todo 2013 tuvo lugar en el Circuito de Phillip Island. Tras reasfaltar y mejorar el trazado australiano, ni los equipos de MotoGP ni el equipo de pruebas de Bridgestone tuvieron oportunidad de probar el nuevo aslfalto, por lo que tomaron la decisión sobre los compuestos teniendo en cuenta factores de temporadas anteriores y no el nuevo pavimento, que era mucho más abrasivo y exigente con los neumáticos.
Esta situación propició que la gran mayoría de las gomas traseras se desintegraran literalmente pasadas 9 o 10 vueltas, por lo que Bridgestone literalmente prohibió dar más vueltas con el mismo juego de neumáticos. Por motivos de seguridad Dirección de Carrera decidió realizar una carrera al estilo flag to flag aunque sin la lluvia de por medio y con una “ventana de parada” determinada.
Afortunadamente aquella lección que sacó los colores a Bridgestone y también en la misma medida a Dunlop con Moto2, no ha caído en saco roto y este año se llevaron a cabo test de ambas categorías.
De cara al Gran Premio de Australia, Bridgestone ha desplazado hasta la pista “aussie” varios tipos de neumáticos tanto delanteros como traseros y aparece un fin de semana más el asimétrico, debido a la diferencia de curvas de izquierdas (7) que además son muy agresivas con las gomas, frente a 5 de derechas que no son tan exigentes.
Finalmente estarán disponibles los neumáticos delanteros, extra blandos, blandos y blandos asimétricos y los traseros blandos, medios y duros, estos últimos asimétricos. De la elección de neumáticos traseros, las motos acogidas a reglamento Open podrán optar a los dos primeros (blando y medio) y las Factory a la gama más dura (medio y duro).
En caso de que la lluvia haga acto de presencia, Bridgestone pondrá a disposición de los equipos y pilotos los compuestos blandos y medios, siendo el primero el recomendado y el segundo el optativo.
