Después de casi tres meses, Italia comienza a recuperar cierta normalidad tras la grave afectación que sufrió como consecuencia del COVID-19. Las actividades industriales van cogiendo ritmo y desde el país transalpino se mira a un futuro cercano con más optimismo. Entre toda esa recuperación que está en marcha llega el turno también de los circuitos aunque en este caso hablamos del Misano World Circuit Marco Simoncelli.
La pista situada a orillas del Mar Adriático está en una de las zonas más castigadas, la de la Emilia-Romaña, pero aun así han sido los propios gestores del circuito los que han lanzado la primera piedra. Así pues, mediante un comunicado emitido este mismo fin de semana han declarado: «Hoy somos optimistas. El Gran Premio tiene una perspectiva en la que podemos trabajar, y ya no se basa solo en la incertidumbre».
Además de esta positiva noticia por todo lo que lleva ligado a ella, se suma la intervención de Stefano Bonaccini, el presidente de la región que añadía «Estamos seguros de que pronto volverá la competición de nuevo y encontraremos una solución al problema del público». Esta afirmación genérica sobre el público, que, por ejemplo, puede referirse al canon por disputar un GP y la falta de ingresos al no vender entradas, se completaba con una segunda más concreta. «Los eventos podrían tener lugar a puerta cerrada o con un número limitado [de espectadores] y en estricto cumplimiento de las precauciones que todos conocemos. Ya veremos.»
Este nuevo escenario contrasta con la planificación que hasta el momento tiene el organizador del campeonato, que está trabajando para llevar a cabo las carreras sin público en caso de ser necesario. Así serían, al menos, los dos primeros Grandes Premios que se disputarán en Jerez en el mes de julio si el Gobierno de España los autoriza.