Este final de temporada estamos teniendo más “agua” de lo normal, pero al final esto convierte las carreras en más emocionantes pues intervienen factores nuevos. Eso sí, nunca llueve al gusto de todos, el refranero es muy sabio y más cierto. Y en Japón, si alguien podía estar disgustado los días antes de la carrera ante la previsión de lluvia segura, era Maverick Viñales, incluso podríamos decir que los dos pilotos del equipo oficial Yamaha. La evolución de su moto esta temporada no ha ido del todo bien, tras un inicio estelar los demás espabilaron y ellos se han quedado atrás. Pero cuando toca correr sobre asfalto mojado sus problemas se acrecientan y ya ni siquiera el pilotaje del siempre genial Valentino Rossi, especialista en correr sobre mojado, lo soluciona. Rossi fue una sombra de sí mismo en Japón, nunca estuvo ni cerca de los más rápidos y encima acabó cayendo en carrera. Tampoco brilló Viñales, cumpliendo los malos presagios previos al GP y a la vista de la meteorología, pues su noveno puesto en carrera le aleja mucho del posible título.
Y así, de un plumazo (o mejor dicho de un aguacero), el Mundial más competido de los últimos años lo va a seguir siendo… pero ya entre solamente dos pilotos. Porque Dani Pedrosa, que también tenía posibilidades, tuvo que retirarse en Motegi con extraños problemas de neumáticos. Pasar de cuatro o cinco candidatos a sólo dos no es un drama, para nada, sobre todo después de ver de qué son capaces estos dos en cada carrera. Marc Márquez y Andrea Dovizioso deberían pensar en los puntos, pero está claro que ninguno de los dos va a dejar de dar gas pronto y frenar tarde, ya puede estar el circuito seco o mojado.
Ambos protagonizaron una carrera épica (más), con varios adelantamientos en las primeras vueltas y sobre todo con un duelo de mitad hacia final de carrera, y una última vuelta de infarto. Nos recordó al GP de Austria, con idéntico resultado final: intento “desesperado” del de Honda en la última curva, replicado con impecable eficacia por parte del de Ducati con nueva victoria en su casillero. La verdad es que la carrera de Andrea Dovizioso, vuelta a ver y analizada con calma, fue mucho más tranquila que la de Marc Márquez, llena de sobresaltos, y eso que el de Ducati salía bastante más retrasado en parrilla y necesitaba remontar.
Pero seguramente ése sea el mérito del español este año: tenerse que pelear con una moto que se lo pone menos fácil. Y es que ninguna otra Honda se acercó a las posiciones de cabeza, mientras que sí había más Ducati delante. La de Jorge Lorenzo, que de nuevo hizo una carrera digamos en “V”: brilló en las primeras vueltas (rodó en cabeza), se hundió a mitad de carrera y remontó al final. Y la de Danilo Petrucci, que parecía iba a conseguir por fin su (merecida) victoria cuando escapó, pero que de nuevo se tuvo que conformar con acompañar en el podio a los dos “jefes” del año.
Por lo demás, una muy buena carrera por fin de las Suzuki con Andrea Iannone cuarto y Alex Rins quinto: estrenaban carenado “aerodinámico” y habrá que ver qué tal terminan el año, porque los pilotos merecen estar luchando en estas posiciones si no más arriba. Muy bien todo el fin de semana la Aprilia de Aleix Espargaró (séptimo) también, cuidado con él de aquí a final de año. Y confirmación del progreso de las KTM, que se van viendo cada vez más arriba (Pol Espargaró acabó undécimo).
Las carreras en estas condiciones ponen a prueba la capacidad de equipos y pilotos de adaptarse, y no todos lo consiguen. Dos claves: en la moto, la puesta a punto de suspensiones para conseguir que los neumáticos lleguen al final con buen rendimiento, algo que se aprecia cuando la lluvia no para. Y en el piloto, la mejor solución para el cuerpo (mono impermeabilizado y algo de abrigo interior) y el casco. Un elemento clave del casco es la pantalla: conseguir evitar empañamiento o falta de visibilidad. Por extraño que parezca, se han ganado y perdido muchas carreras en agua debido a esto.
Moto2: Morbidelli un paso más cerca
El GP de Japón de Moto2 tenía dos carreras paralelas: de un lado, la competición normal por ver quién se llevaba la victoria o quiénes subían al podio. Pero había mucho interés también en seguir a los dos candidatos al título, el líder Franco Morbidelli y su perseguidor Tom Luthi. En otro Gran Premio quizás habrían coincidido estas dos carreras, pero la lluvia de Japón dejó a los protagonistas del Mundial en un segundo plano que había que seguir, como decimos, aparte. La cosa salió mejor para el líder que para el suizo: acabaron octavo y undécimo, así que la ventaja de Morbidelli aumentó hasta 24 puntos. O así fue durante unas horas, pues por la tarde del domingo se hizo oficial la descalificación de Aegerter en Misano (uso de aceite no autorizado en su motor). Allí el suizo ganó a su compatriota, Luthi, que es quien se queda ahora los 25 puntos de aquel GP, con lo que la ventaja de Morbidelli se reduce hasta 19 puntos. Seguimos teniendo un Mundial bastante abierto en Moto2.
¿Y la carrera? Pues muy bien, gracias: Aléx Márquez, todavía convaleciente de su lesión, hizo un GP magistral saliendo con calma y esperando el paso de las vueltas (menos de las previstas) para ir ganando posiciones, alcanzar al líder y pasarle dejando suficiente ventaja. Lo de la “calma” siempre viene bien para evitar que un castigo excesivo a los neumáticos con la moto cargada de gasolina en las primeras vueltas impida contar con gomas en buen estado al final, y es igual de importante (o más) cuando se corre en agua. Detrás suyo, espléndida carrera de otro de nuestros representantes, Xavi Vierge, que consiguió derrotar a un gran especialista en estas condiciones, el malayo Hafiz Syharin. Antes de ellos protagonizaron las primeras posiciones en la primera mitad de carrera el héroe local Takaaki Nakagami (autor de la pole) y el que últimamente está abonado a los primeros puestos, Mattia Pasini, pero su rapidez inicial les pasó factura para las últimas vueltas (neumáticos).
Moto3: Mir tiene que esperar
Joan Mir lo tenía muy de cara para proclamarse Campeón del Mundo en este Gran Premio, pero… a veces las cosas que venían de cara se ponen de espaldas. De entrada la lluvia no es su elemento favorito, y desde luego sí que lo es de su ya único rival Romano Fenati. Además salía penalizado en parrilla (la injusta sanción tras la última vuelta de Aragón) y, bueno, la presión de tener el título al alcance, seguramente algo tuvo que ver.
Unas cosas con otras, mientras Fenati cumplió lo que se esperaba de él, Mir lo tuvo muy complicado. Una rotura de motor durante el WarmÚp obligó a limpiar la empapada pista retrasando las salidas de Moto3 y Moto2. La carrera cómo no se redujo a 12+1 vueltas y esta vez el número sí fue bastante fatídico para nuestros intereses… Curiosamente ese número maldito del añorado Angel Nieto es el de la suerte en Italia, y así fue en Japón donde coparon el podio pilotos transalpinos. Romano Fenati hizo una carrera en su estilo sobre agua, algún día tendrá que contarnos el secreto de su superioridad en este elemento pues parece que corra con otro tipo de neumáticos, y le acompañaron en el podio un renacido Niccoló Antonelli y el novato Marco Bezzecchi, de estreno en un podio mundial.
Con menos vueltas de lo normal, y saliendo en mitad del pelotón, Joan Mir bastante hizo con terminar sobre la moto este Gran Premio. Por desgracia lo hizo en la posición décimo séptima, su peor resultado del año y su primer “cero” por lo tanto al quedarse fuera de los puntos, cuando su rival se llevaba un pleno de 25. En Australia tendrá su segunda oportunidad de proclamarse Campeón, otra “match ball”: como al llegar a Japón le basta con conseguir cinco puntos menos que el italiano.
