No es fácil aterrizar en MotoGP cuando se llevan tantas temporadas fuera de la competición, y eso lo está sufriendo en sus carnes Michelin. Los pilotos no terminan de sentirse a gusto sobre los neumáticos franceses tras siete temporadas corriendo con Bridgestone, unas gomas que conocían bastante bien. Las pruebas invernales han servido para que Michelin redescubriera MotoGP, una categoría en la que no estaba presente desde 2008, y a lo largo de los diferentes entrenamientos de este invierno ha ido poniendo en pista distintos tipos de neumático.
La primera cita del año va a ser la más comprometida de todas, no por ser la primera sino por las especiales condiciones de la pista de Losail, que requiere unos neumáticos muy determinados para correr allí.
En Sepang, Michelin ofreció dos nuevos neumáticos que solucionaban el problema del que se quejaban los pilotos en las pruebas de noviembre: la desigual superficie de contacto en máxima inclinación. A estos compuestos se les denominó #34 y #36. En Sepang todos se mostraron muy satisfechos con el #34, y por eso fue la opción elegida para Losail, iniciándose la producción de los neumáticos necesarios para el Gran Premio. El proceso de fabricación no requiere demasiado tiempo, pero sí hace falta una determinada logística para que los neumáticos estén disponibles en el circuito antes del 15 de marzo, puesto que la primera jornada de entrenamientos será el día 17.
Pero en las pruebas de Phillip Island Michelin se encontró con la sorpresa de que el #36 funcionó mejor, y los pilotos cambiaron de opinión respecto al #34. Por eso en Losail ofrecieron más cantidad de neumáticos #36 (cuatro) que del #34 (tres), obligando a los pilotos a administrarse.
Jorge Lorenzo logró su mejor tiempo con el #34, a regañadientes, pero quedó más satisfecho de lo que podía imaginar: “No he tenido más remedio que hacer el simulacro con ese neumático y no ha estado tan mal para ser un neumático con el que pierdes entre medio segundo y seis décimas”, lamentaba Lorenzo. Nadie fue capaz de rendir a su nivel con este neumático.
El tema de los neumáticos va a ser clave en la carrera de Qatar. Valentino Rossi avisaba sobre la diferencia de rendimiento del neumático a lo largo de la carrera: “Traté de hacer una simulacro de quince vueltas y fue muy interesante porque los neumáticos se comportan de forma diferente del principio al fin, pero me las arreglé para ir bastante fuerte. Aquí la pista cambia según el día y la hora, y eso afecta a la agresividad con la que debes tratar los neumáticos. Lo que parecía demasiado duro ayer, ahora se ha convertido en demasiado suave”, explicaba Rossi, haciendo una advertencia importante: “Creo que las cinco últimas vueltas de la carrera aquí serán muy difíciles para todos”.
