Ser hijo de una leyenda del WSBK como Troy Bayliss no debe ser fácil, ya que todo el mundo espera de ti que reverdezcas los laureles del pasado aunque tú no seas la persona que los consiguió. A pesar de ello parece que Oli Bayliss es uno de esos hijos de grandes estrellas que buscan seguir los pasos de sus progenitores y es por eso que a pesar de su temprana edad Oli ya está preparado para debutar esta temporada en el Mundial de Supersport. Lo hará a los mandos de una de las nuevas Ducati Panigale V2, que este año debutarán en el campeonato gracias al cambio de reglamento que espera dar un giro a lo que hemos estado viendo las últimas temporadas. Nuevas marcas, nuevas motos y nuevos rendimientos para revivir una categoría que prácticamente se había convertido en una copa monomarca.
Debido a la situación derivada de la pandemia y a los recursos más limitados del campeonato con respecto al Mundial de MotoGP, los test invernales se llevan a cabo en los lugares de Europa que meteorológicamente son más propicios y, como no podía ser de otra manera, la zona más práctica de Europa estos momentos es la Península Ibérica y dentro de ello el sur de Portugal y España. Es por eso y porque se compite en esa pista que muchos equipos han estado entrenando y entrenarán tanto en Portimao como en Jerez.
Así con Oli preparado para desembarcar en Europa muchísimo más joven que lo hizo su padre, uno de los pilotos más veteranos en conseguir victorias y títulos en WSBK, el australiano estaba dispuesto a debutar en Portimao. La V2 del Barni Racing estaba lista pero el hecho de estar en una de las pistas donde su padre logró alcanzar la gloria no significa que el asfalto esté menos duro para ti. Y eso es lo que pasó, en la novena vuelta que daba al trazado luso Oli sufrió una caída en la salida de la curva cinco por la que tuvo que ir al hospital. Desgraciadamente para Bayliss estos primeros test de pretemporada terminaron de manera anticipada ya que las pruebas confirmaron la fractura del maleolo lateral del tobillo derecho.
A pesar de su juventud y de que este incidente puede parecer un exceso, valga la redundancia, de su juventud lo cierto es que Oli ya ha demostrado buenas maneras en el campeonato australiano, donde estuvo compitiendo en la categoría máxima a los mandos de una Panigale V4. Sin duda el proceso de adaptación a una máquina menos potente, que no por ello tiene que ser más fácil de pilotar al límite, no ha arrancado como esperaban ni él ni el equipo pero todos tienen puesta la vista en los test que tendrán lugar en Misano en poco más de un mes. Así lo dejaba ver el equipo que emitía un comunicado: “Debido a una caída ocurrida esta mañana, Oliver Bayliss ha sido trasladado al hospital de Portimao, donde los exámenes médicos han revelado una fractura del maléolo lateral en el tobillo derecho. Oliver intentará recuperarse para el próximo test, previsto para los días 16 y 17 de marzo en el Misano World Circuit”.
Sólo tiempo nos dirá si Oli llega al nivel de su padre, algo que no será fácil ni para él ni para el resto de los pilotos pues el bueno de Troy acumula en su haber tres títulos del WSBK, 94 podios de los cuales 52 fueron victorias, 26 poles y 35 vueltas rápidas y todo ello en 152 carreras. A esto hay que sumarle otros cinco podios en MotoGP uno de ellos la épica victoria en Cheste cuando llegó como sustituto de un lesionado Sete Gibernau e hizo historia.