Fabrizio Pirovano fue una de los primeros animadores del Campeonato del Mundo de Superbike desde que este iniciara su andadura en 1988, un certamen que abandonó en 1995 para pasarse a las motos de Supersport hasta su retirada definitiva en 2001. Yamaha, Ducati y Suzuki fueron sus monturas, aunque en el imaginario colectivo siempre destacará sobremanera aquella salvaje OW-01 Byrd de la firma de los diapasones.
Fue subcampeón del mundo en 1988 y 1990, terminando siempre en el top5 en numerosas ocasiones, acumulando 10 victorias y 37 podios. También logró cinco títulos en el CIV (1987,1990, 1992, 1993 y 1994), el primero con Bimota, el último con Ducati y el resto con Yamaha. En 1998 se coronó campeón del mundo de Supersport logrando 5 victorias a lomos de una Suzuki GSX-R 600 “Coronita” tras dos temporadas con una Ducati 748.
Aunque el momento álgido de la carrera deportiva del piloto de Biassono se confirmó en la década de los ’90, sus comienzos en competición fueron como crossero en el Campeonato italiano con 17 años, una disciplina en la que forjó su estilo durante casi una década.