Han sido tres días de intenso trabajo, de lunes a miércoles, en Cheste, donde Carlos Checa se ha reencontrado con el equipo de pruebas de Ducati Corse para trabajar con la Ducati Panigale R 2016. Tras la satisfactoria experiencia del pasado mes de junio en “Mugello”, Checa ha sido reclamado de nuevo por el equipo. “En Mugello las cosas fueron muy bien y encontramos unas soluciones que gustaron bastante y que después fueron muy efectivas, y ahora aquí han sido otros tres días buenos de entreno, hemos probado varias cosas de cara al año que viene, sobre todo para descartar algunas configuraciones”, ha declarado a WorldSBK. “Está claro que si se puede anticipar este trabajo para que en los tests que vengan luego puedan ir directamente a probar otras cosas más efectivas, pues es algo positivo”.
Checa llegó a Valencia tras una frustrante experiencia en el Merzouga Rally, donde sufrió una fuerte caída que obligó a evacuarle a un centro médico marroquí, aunque posteriormente se confirmó que no sufría daños de consideración y fue dado de alta rápidamente.
Como ya confesara en la entrevista exclusiva que publicamos el pasado mes de junio, el excampeón de SBK no tiene intención de regresar a la competición, pero sí está dispuesto a seguir disfrutando con las motos: “Estoy colaborando porque me apetece y porque los pilotos que ellos tienen no pueden probar, por calendario o por reglamento, y a mí la verdad es que colaborar con este proyecto siempre me apetece. ¡A uno le gusta recordar las sensaciones de la pista!”, asegura Checa.
En cuanto a las pruebas, el trabajo se vio algo perjudicado por la lluvia que cayó el lunes, que provocó un retraso en el programa de trabajo, que se intentó compensar en la última jornada, más intensa: “He rodado en 1’34” bastantes vueltas, en 34.4 [N. de R.: como referencia, la “pole” del FIM CEV SBK 2014 fue 1’34”731], pero los tiempos no eran importantes porque no se ha trabajado en la puesta a punto; nos hemos centrado más en algunas configuraciones de basculantes, en la rigidez de algunas piezas que a Ducati le hacía falta entender. Nos ha faltado quizá un día para poder trabajar más en la puesta a punto de la moto y mejorar los tiempos, pero ese no era el objetivo, sino más bien mantenerse en un ritmo bueno para discernir si los cambios eran mejores o peores y qué aportaban unos y otros. He intentado transmitir estas sensaciones y fusionarlas con los datos que los ingenieros han podido sacar; las conclusiones dependerán un poco del equipo, pero para mí han quedado bastante claras”.