Publicidad
[the_ad_placement id="adsense-mega-2-mobile"]

Carlos Checa: «Me apetece ir en moto, pero no competir»

Fotos: Ducati
La semana pasada las redes sociales se agitaron: "Carlos Checa va a rodar con el equipo de pruebas de Ducati SBK en Mugello". ¿Será el enésimo retorno en un año marcado por los ex que vuelven a las carreras? Ni mucho menos. En una larga y amena charla, Checa nos contó cuáles son sus planes.

La declaración del titular lo dice todo. “Me apetece ir en moto, pero no competir”, dice Carlos Checa, y es importante dejar las cosas claras, porque en esta temporada el regreso a la competición de señalados excampeones parece haberse convertido en una moda. Primero fue el anuncio del regreso de Casey Stoner en las Ocho Horas de Suzuka; luego, la sorpresa de Troy Bayliss; y finalmente, la vuelta de Max Biaggi, que después del grato sabor de boca que dejó en Misano repetirá el próximo mes de agosto en Sepang.

Pero Checa nos ha dicho que él no vuelve a competir. Su colaboración con el equipo de pruebas de Ducati en SBK fue una solución de urgencia provocada por la reciente lesión de Luca Scassa, que se cayó en Misano corriendo como “wild card” y se fracturó la clavícula. Con un importante plan de trabajo por delante, alguien, con muy buen criterio, pensó en Checa como el hombre ideal para llevar adelante el plan de trabajo. Y no tardaron en entenderse.

Hablar con Carlos siempre es un placer por su cercanía y su facilidad. Nada más aterrizar a su regreso de Mugello, recibí una llamada de David Vilaseca, su mano derecha desde hace años, y quedamos para hablar. Así de fácil.

-¿Contento de volver a rodar con un moto de carreras? “Sí, si. Estuvo muy bien. Aparte de volver a rodar, porque tenía muchas ganas, hicimos un buen trabajo. Es de esas veces que ves que vas mejorando día a día y el trabajo resulta muy constructivo. Creo que el programa que teníamos previsto lo llevamos a cabo bien, y sobre todo me sentí muy a gusto, y en parte la gran satisfacción de este entreno fue esa, aparte de volver a rodar, claro, pero lo importante era poder hacer el trabajo, y se hizo. La iniciativa de colaborar con Ducati fue una cuestión de ellos más que mía, pero eso no quita que me lo pasara de maravilla. Ten en cuenta que al final me reencontré con gente de Ducati que conozco desde hace muchos años, y con la que has compartido muchos momentos. Fue un buen reencuentro”.

-¿Vas volver a rodar con ellos más adelante, o ha sido una cosa puntual como consecuencia de la lesión de Scassa? “Inicialmente surgió por el tema de la lesión de Scassa, eso está claro. Pero lo que pueda suceder a partir de ahora habrá que verlo. Lo que tenía claro es que no iba a decir nada en el momento de las pruebas, iba a rodar, y si luego Ducati me quiere proponer algo, podemos verlo. Tendría que ser un propuesta concreta: un plan de trabajo, el qué y con quién, pero está claro que si no tuviera ganas de hacerlo no habría estado en Mugello”

¿Seguir de probador? No me gusta hacer suposiciones: a mí me pones una propuesta encima de la mesa, me la leo, me la pienso y te lo digo. Ahora son todo suposiciones.

-¿Te apetece seguir probando, tener actividad relacionada con el equipo? Yo creo que sí te apetece; no te imagino sentado en el sofá viendo la vida pasar… “A mí me apetece hacer las cosas bien. Yo terminé un poco aburrido en ese aspecto en el tema deportivo, en el sentido de realizar un trabajo profesional con un equipo, con una moto. Pero si hay un proyecto deportivo para llevarlo adelante, aunque sea como probador, y hay una propuesta interesante, no te digo que no lo vaya a aceptar… Pero tampoco lo he pensado, ¿eh? A mí lo que menos me gusta es hacer suposiciones: a mí me pones una propuesta encima de la mesa, me la leo, me la pienso y te lo digo. Pero ahora, sobre Ducati, son todo suposiciones. Hay ciertas sensaciones de que ha gustado mi trabajo, mi manera de hacer las cosas, y nada más”.

Ajustando cuentas con la Panigale

A nadie que conozca cómo fue la última temporada de Checa le habrá pasado desapercibido que estas pruebas con la Panigale fueron una especie de ajuste de cuentas. La Panigale tenía una deuda pendiente con Checa, porque Carlos se retiró con esta moto, y no de la forma en que a él le hubiera gustado. Por eso se le notaba especialmente satisfecho cuando hacía balance de las pruebas.

“Lo de estos días ha sido bastante positivo y se ha trabajado bien, y yo me he encontrado a gusto con la moto, porque es algo que tenía pendiente con la Panigale, porque hasta ahora con esta moto había disfrutado en pocas ocasiones. Yo hice solo un año con la Panigale, un año muy malo, con lesiones, con problemas a nivel organizativo, y claro, en lo deportivo no salía una a derechas… Y con esa sensación de aquel último año no me apetecía nada. Pero la cosa ha cambiado ahora. Es una moto que ha mejorado, que es más lógica, que se deja pilotar bien, aunque tiene sus limitaciones de puesta a punto, y el trabajo se tiene que hacer ahí”.

-¿Se nota que en el trabajo de ahora está implicada directamente la fábrica, no como en tu último año, que dependía todo de la gestión del equipo? “Sí. Entonces todo fue fatal. El problema vino de que yo tendría que haber seguido con Genesio (Althea Racing), pero se ve que se pelearon a final de año, y terminamos corriendo con Batta. Y al cabo de tres meses ya se habían peleado [con Ducati]. Dentro también había cierto desorden, a la moto le faltaban 20 CV… Te podría ir contando muchas cosas más que no valen la pena. En esa situación era imposible que las cosas fueran bien. Intentamos hacer lo máximo que se pudo, y creo que de algo sirvió”.

Estas pruebas era algo que tenía pendiente con la Panigale, porque hasta ahora con esta moto había disfrutado en pocas ocasiones.

Checa dejó una moto que ahora se ha encontrado muy evolucionada, y las condiciones de trabajo y el planteamiento del mismo son muy diferentes.

“Evidentemente, la moto que hay ahora parte de la base de trabajo que hicimos ese año, aunque yo no pude concluir la temporada porque me hice daño, pero lo sacamos adelante a trancas y barrancas. Pero esta claro que la situación no era propicia; se hizo todo muy mal. Ahora todo se ha reestructurado, el trabajo lo dirigen otras personas, y la moto tiene más potencia, aunque aún le falta un pelín comparado con las cuatro cilindros, pero no está a una vida, como antes. Tiene una parte ciclo especial, con la que se tiene poca experiencia, pero puede ir igual de bien que las otras, y hay que darle un tiempo. Pero hay que hacerlo mucho mejor que los demás [fabricantes], porque los otros tienen una base de moto que lleva 30 años funcionando con su chasis de aluminio. En ese aspecto, Ducati afronta tanto un reto como un riesgo, y en ese aspecto hay que hacer un trabajo muy bien hecho, desde el primero momento, y eso pasa por una buena planificación. Y si te metes en este tema hay que estar muy seguro de que se hacen bien las cosas”.

El regreso de los ex

-Este año se ha puesto de moda el regreso de excampeones retirados de la competición. ¿No te animas? “No, no, la verdad es que no. No tengo ninguna motivación por volver a competir. Creo que he hecho un recorrido largo, y lo dije en su momento cuando me retiré: estoy muy agradecido y encantado de haber podido hacer este recorrido, y con la satisfacción de haber ganado un campeonato. No me planteo volver a correr. Otra cosa es que haga de probador o de prestar mi imagen para Ducati, como estaba haciendo: hice una sesión con la Multistrada, y un viaje, luego este “test”… Pero otra cosa es la competición, que supone una implicación y una dedicación muy alta, y ahora no me apetece entrar ahí. Tampoco soy tan ingenuo de pensar que puedo volver y ganar, porque yo si volviera, sería para eso, para intentar ganar o para estar delante, porque ir a una carrera para hacer octavo o décimo… Eso no me da ninguna motivación”.

“Y tampoco puedo ir a una carrera si no hay una continuidad. Pero bueno, estos son mis motivos y cada uno tiene los suyos. Yo ya dejé claro en el comunicado cuando iba a probar la moto que se trataba de un test, que no era para competir, y lo dejé claro porque sabía que me iban a hacer esta pregunta viendo lo que ha pasado con Biaggi o con Bayliss. Pero yo no estoy con esa necesidad que tienen Bayliss o Biaggi de correr. A mí me apetece ir en moto, pero dejo la competición para los que están ahí o para los que pueden llegar”.

-Que te apetece ir en moto ya lo hemos visto; en cualquier moto. Corriste un rally del Mundial en Cerdeña. “Me apetece hacer cosas diferentes. Hice el Rally de Cerdeña, y ahora voy a hacer el Rally de Merzouga, algo que no he hecho nunca. Me apetece aprender una cosa diferente, un nuevo campeonato, una forma de correr nueva para mí, divertirme con algo estimulante, con cosas nuevas que me abren otra etapa. No sé: disfrutar de mi vida, de cosas que me puedan aportar algo, como este entreno con Ducati, disfrutar de las cosas que me toca ahora, y estar muy agradecido de haber estado ahí y de todo lo que hice. Pero lo que sí te digo es que ojalá hubiera plegado antes… En eso ya no puedo volver atrás. Más que volver a correr de nuevo, creo que tendría que haberlo dejado antes… por lo menos antes del último año, seguro”.

Me apetece ir en moto, pero dejo la competición para los que están ahí o para los que pueden llegar.

-En ese último año estabas mentalmente listo para correr, pero las cosas se complicaron. ¿Cómo resultó más duro, física o mentalmente? ¿Qué agotaba más? “Las dos cosas. Fue un año muy difícil. Había mucho trabajo por delante para evolucionar la moto y fue un sacrificio muy grande, y el resultado y la forma de trabajar no fue como yo hubiera querido. Y luego la lesión, alguna caída más… La verdad es que no fue un año bonito. Lo vi claro, y a la tercera carrera ya dije que era mi último año. No lo comunicamos, pero internamente en Ducati y yo mentalmente lo tenía decidido. Fue una decisión bastante sopesada. Nadie es eterno, y cuando llega un momento así hay que saber entenderlo. Esto es algo que tenía claro desde hacía tiempo, pero si tenía alguna duda ese último año me ayudó a decidirme…”.

Y se ríe. Carlos le pone humor a esa última temporada, que más le hubiera valido no haber empezado. Pero no se lamenta de nada.

Lo que tenía claro es que me retiraba en Ducati, a pesar de haber tenido opciones en otras escuderías. Pero no tenía energía para más y mantuve la decisión que había tomado desde el principio”.

La vida civil

-Tampoco te veo como un piloto con capacidad de engancharse un año más a las carreras solo por un buen contrato, si no tenías motivación ni ganas… Te siento muy honesto como para hacer algo así. No te mueves por dinero. “Después de tantos años hay que ser honesto. Es lógico que en las carreras un piloto esté bien remunerado porque es una pieza clave, la más importante, para que una marca o una carrera tenga éxito en las carreras. Al final, lo más importante es que el piloto tenga ganas de competir. Por mucho que sea favorable el entorno, muy buena moto que tengas o muy buen contrato que consigas, o por muy bonito que sea ser piloto, si no tienes ganas sabes que va a ser muy difícil triunfar. La clave es la satisfacción que te queda después de cada domingo de carreras. Al menos para mí, no sé cómo será para otros. A veces es un dilema: hay muchas motivaciones que te empujan a continuar, pero si no estás convencido es difícil y entonces va a ser un año perdido”.

-¿Cómo consigue un piloto llenar el vacío que queda tras 20 años de carreras a altísimo nivel? ¿Cómo se llena tu vida para mantener esa intensidad? “Bueno, has tenido un sueño, unas ganas, una ilusión por llegar a competir al más alto nivel, y yo he tenido la suerte de poder competir durante muchos años, y me he ido mejorando con el paso del tiempo, aprendiendo. Y te llenas con esa satisfacción. Pero no tienes ganas de volver a empezar. Es como un libro que has empezado y has terminado: lo vuelves a colocar en el armario, y se ha acabado. Y quizás haya que empezar otro. Esto es así, pero puedo estar contento de todos estos años a máximo nivel, y con todo lo que he vivido. No puedo estar triste porque esto se haya acabado; debo estar contento de haber cumplido con lo que entonces era un sueño, haber mejorado, aprendido y haber conseguido ganar un campeonato”.

-Pero tú no has abandonado las motos. Por lo general, los pilotos sois pilotos para siempre. Recuerdo que cuando te retiraste me dijiste que solo estabas retirado, que no jubilado. Son dos cosas distintas. “Hay que empezar a hacer cosas nuevas y plantearse la vida de manera diferente, pero la clave entonces era parar, descansar y recuperarme de la lesión que tuve. Y empezar a hacer cosas nuevas, siempre hay cosas que hacer. Lo único es que es algo más intrínsico, porque cuando eres piloto haces las cosas a ojos del público, y cuando sales del escenario tu vida puede ser un poco más gris. Pero, al contrario: uno tiene que hacer las cosas porque le gusta, no por lo que digan los demás, o cómo te vean o cómo opinen los demás, y este es un ejercicio que tienes que hacer. A mí me encanta el anonimato, me encanta hacer las cosas para mí, aunque sean las cosas más sencillas, e intento disfrutar con todo lo que hago, aunque solo sea cortar la hierba del jardín… Ahora las cosas se hacen de otra manera, con el objetivo de estar más a gusto conmigo mismo, aunque también tengo la ventaja de que si me equivoco, nadie me va a regañar… A todo el mundo le gusta que se le valore y que se le respete por lo que es uno mismo, pero yo siempre he intentado mantenerme en mi sitio sin que me afecte la opinión de los demás, y quizás ahora resulta más fácil poder llevar una vida fuera del espejo público”.

Voy a permanecer involucrado en el mundo de la moto, pero no voy volver a competir porque es hipotecar mi tiempo para hacer algo que ya he hecho.

-Lo que se dice, llevar una vida tranquila. “En competición he vivido la parte bonita, la parte dura, también la parte difícil, que ha sido complicada en algunos momentos, pero la vida normal resulta mucho más tranquila: ahora hago lo que me apetece, no tengo ninguna obligación y tengo toda la libertad del mundo, no tengo ningún calendario y eso me da una libertad y una tranquilidad enorme”.

-Cuando eras piloto al más alto nivel estabas muy condicionado, no existía esa libertad que ahora percibes. Debía ser estupendo poder dedicarte a correr en moto con éxito al más alto nivel, pero imagino que con muchos condicionantes. No debe ser fácil de asimilar. “Sí, la competición depende siempre del resultado y estabas siempre luchando contra el tiempo. Y si consigues ese tiempo, consigues el resultado. Ahora el tiempo pasa, y lo dejo pasar, y ya está. La época de piloto es tan bonita y emocionante como intensa y dura, y la vida del piloto profesional es difícil. Y cada año estás dedicado por entero a eso. Yo he sacrificado una parte importante de mi vida, y ahora quiero dedicarme a otras cosas. Esto es un libro terminado, aunque siempre puedes aprender cosas, y es lo que voy a hacer, pero ya en otros campos que en estos momentos son más interesantes para mí. No voy a dedicarme a la música ni a filosofar… Tengo mis “hobbies”, con los que voy a seguir disfrutando, y “voy a permanecer involucrado en el mundo de la moto”, pero no voy volver a competir porque es hipotecar mi tiempo para hacer algo que ya he hecho”.

Cerdeña

-¿Y el tema de los raids, cómo surge? Más que nada es un “hobby”. Quería ver la experiencia de lo que es un rally del campeonato del mundo y fui a Cerdeña, y ahora voy a ir a Merzouga, con desierto, con navegación, dunas… Pero no voy a ir más allá, ni mucho menos. Quizás hago algo también de motorallye en Italia, que está muy bien organizado, que es tipo Cerdeña pero es muy exigente a nivel de navegación. Pero todo ello simplemente porque me apetecía y surgió la oportunidad… Me lo paso muy bien, conozco otro ambiente. Había mucho contraste: dormía en tienda de campaña, te ocupas tú de todo, no como en las carreras que siempre tienes a alguien de asistente. Era un poco como volver a los orígenes. Aparte de la dureza del rally, llegando de noche y teniendo que preparar la moto para el día siguiente, el equipo, todo, siempre pasando cosas”.

-Un gran ambiente en Cerdeña. “Todos me trataron muy bien, se portaron muy bien conmigo: Coma, Viladoms, Monleón… No era rival para nadie y era compañero de todos. Fue un gran momento. Y se lo tengo que agradecer a todos, empezando por la organización y el equipo. Fue una experiencia muy bonita. Además, disfruté mucho sobre la moto. No me importaba llegar con una hora de retraso porque era una hora más encima de la moto, disfrutando…”.

-Bueno, de acuerdo, no vuelves a correr, pero espero verte algún día haciendo equipo con tu hermano David en unas 24 Horas de Catalunya… “Ja, ja, ja. Bueno, hacer una carrera, unas Ocho Horas de Suzuka o 24 Horas de Montmeló, no digo que no, pero involucrarme en la competición mentalmente, no lo voy a hacer. Ya no tiene sentido, ese tiempo ya pasó y no quiero vivir del pasado. Esa mentalidad de competir la aplico ahora en otro campo y de otra manera. Ir en moto voy a seguir yendo, pero ya lo has visto, a mi manera, a mi aire”.

Está claro: si no encontramos a Checa, no le busquemos en una parrilla de salida de un circuito. Quizás demos con él cualquier día de ruta por la carretera o en una buena salida de enduro.

Relacionados

Lo último

Lo más leído