La fortuna no ha estado de parte de Álvaro Molina y sus compañeros en esta ocasión ya que las 8 horas de Doha, que se celebraron en Qatar han estado marcadas por los problemas de la moto.
El primer jarro de agua fría vino cuando estaban rodando en la cuarta plaza (lo que les daba el tercer puesto del pódium en el campeonato): en el penúltimo relevo de Molina, se partió el vástago del amortiguador. Álvaro salvó la caída de milagro ya que el amortiguador se partió cuando entraba en una de las curvas más rápidas del espectacular circuito de Losail.
En su último relevo, Molina sufrió otra avería delicada que también estuvo a punto de costarle una caída: se reventó el retén de la barra izquierda de la suspensión delantera empapando de aceite el freno y las ruedas. Molina se dio cuenta y entro a boxes donde los mecánicos repararon rápidamente la avería y continuó.
Estas dos averías dejaron al equipo Córdoba P.H. sin opciones de pódium en el campeonato ya que el equipo Qatar 2 estaba en segunda posición y los andaluces tenían que terminar cuartos para que los qatarís no les quitaran el tercer puesto de pódium; el equipo Endurance 45 ya tenía asegurado el subcampeonato porque les llevaban varias vueltas de ventaja.
Aún así, sólo con acabar la carrera tenían el cuarto puesto del campeonato asegurado. Pero los problemas no habían terminado aún ya que un problema en el indicador de reserva de gasolina hizo que Molina se quedara sin combustible a 700 metros de la meta. El reglamento dicta que para clasificarse hay que pasar bajo la bandera a cuadros y no más de cinco minutos después que el vencedor.
Molina empujó la moto lo más rápido que pudo para intentar llegar, pero el tramo donde se paró la moto era cuesta arriba y como la moto pesa 175 kilos no consiguió cubrir los 700 metros dentro del tiempo establecido.
Al no puntuar, el equipo Córdoba P.H. ha terminado séptimo en el campeonato en la categoría de Superstock con 42 puntos.
Este ha sido un gran año en el que se han conseguido grandes logros, entre los que destacan el pódium de Albacete y que siempre han sido el equipo Kawasaki mejor clasificado en entrenamientos o en carrera y han obtenido mucha experiencia para el año que viene.
Un exhausto Álvaro Molina declaro que: «todavía no me lo puedo creer. Hemos tenido muy mala suerte. La avería del amortiguador es algo que no ocurre casi nunca y, además, si se rompe suele dejarte continuar aunque sea yendo más despacio; a nosotros se nos ha roto de manera que era imposible seguir. Esto nos ha costado el pódium del campeonato.
Luego ha venido la fuga de aceite de la horquilla y, cuando casi veía la meta, el avisador de reserva no ha funcionado correctamente y ha provocado que me quedase sin gasolina. He empujado todo lo rápido que he podido hasta que ya en la recta de meta, me han informado de que el tiempo se había agotado.
Es muy duro acabar una gran temporada de este modo, pero me quedo con lo positivo de este primer año en resistencia.»