Yamaha y Abarth llevan ya años haciendo cosas juntos, ¿recuerdas cuando el equipo oficial Yamaha de MotoGP iba con la publicidad de Fiat? Pues más o menos por ahí empezó todo. Con cierta frecuencia suelen lanzar al mercado un Abarth con algo en su estética de Yamaha y viceversa. Resumiendo, Abarth es una marca que hacía preparaciones de coches de competición y algunos componentes, fue comprada por Fiat en 1971 y a partir de ese momento se encargó de la sección de competición de la marca. Posteriormente se han ido produciendo una serie de modelos Fiat que por su denominación Abarth eran versiones deportivas o con acabados especiales.
En lo que nos ocupa Yamaha ha desarrollado una versión Abarth de la XSR900, una de las naked neo retro con más éxito y la más vendida sólo por detrás de su hermana menor, la XSR700. Es una versión en edición limitada, tan solo se han producido 695 unidades (695 es el modelo Abarth que nace a la vez que esta moto, sólo que en versión Yamaha), todas con su correspondiente placa numerada instalada en el chasis, cerca de la pipa de dirección.
Bien vestida
Lo más destacado de esta versión es lo más llamativo, lo que se ve, ya que no cambia nada ni en su motor ni en su parte ciclo respecto a la XSR900 estándar. Bueno, hay algo que sí afecta (pero no demasiado) al motor, y es que lleva de serie un escape Akrapovic completo con doble salida con el logo de la marca y el modelo grabado en uno de los silenciosos. No afecta prácticamente a las prestaciones de la moto, está catalizado y homologado para circular por la calle, lo que hace es proporcionar un sonido más ronco al motor.
Una de las partes que más destaca de esta XSR900 es el frontal de carbono que viene acompañado de una pequeña cúpula heredado de la XJR1300 Racer, un detalle muy retro que le sienta realmente bien. El guardabarros delantero, también de carbono, es algo más pequeño y lleva un catadióptrico redondo a cada lado. Del mismo modo, el colín también lleva una pieza de carbono especialmente diseñada para esta versión que, junto con la óptica circular de LED y el nuevo portamatrícula, completan una zaga muy cañera. El depósito también exhibe nueva decoración negra, gris y roja, mientras que el asiento también ha sido diseñado en exclusiva para esta versión Abarth.
Postura sport
Otro de los cambios más significativos reside en el nuevo manillar que, como se puede ver en las fotos, es de tipo sport emulando un “tres piezas” a la antigua usanza. Queda muy bonito, pero es algo incómodo. Al dejar las manos tan abajo compromete la postura haciéndola más deportiva, vas mucho más echado hacia delante y por tanto cargas más peso en las muñecas. Esto para una conducción deportiva o incluso en un circuito, bien, pero para un “todo uso”: mal. Cuando digo esto me refiero al día a día y eso prácticamente siempre incluye la conducción en ciudad o núcleo urbano, aquí es donde más sufres con esta postura tan echado hacia delante.
Por lo demás es la XSR que ya conocemos, una moto que a mi juicio tiene uno de los mejores motores que hay en la actualidad. Este tricilíndrico de 115 CV es una delicia en lo que a tacto y prestaciones se refiere, tiene tres modos de conducción y control de tracción. La parte ciclo está perfectamente acorde con el empuje y el rendimento del motor. Esta versión, al tener ese manillar tan bajo y adoptar una postura deportiva, se disfruta mucho en carreteras no demasiado reviradas en las que se pueda ir deprisa. Pero engaña, porque te crees que vas en una moto deportiva pero no, es una moto naked con manillar de deportiva y eso en curva lo notas sobre todo al tumbar, de ahí que prefiera un manillar más alto. Los frenos funcionan a las mil maravillas, tienen potencia y tacto totalmente dosificable, además equipa ABS de serie.
Yamaha, como es habitual, pone a disposición del cliente multitud de accesorios originales (unos 40 diferentes) para vestir aún más esta moto o mejorar considerablemente su parte ciclo. Para esta versión Abarth en concreto, la firma nipona recomienda unos cartuchos de horquilla Öhlins y un amortiguador de la misma marca totalmente regulable. También ofrece unas estriberas deportivas o un retrovisor pequeño y redondo que se instala en el extremo del manillar, donde va el contrapeso.
