Este año se presenta la Street Triple en un nuevo color, rojo tornado. La hemos podido probar para Soymotero y poderos traer nuestras primeras impresiones. La naked de la marca inglesa es un auténtico juguete no apta para cardiacos.
Desde el 2008, año en que salió al mercado, tenía la espinita de poder cogerla y apretarle un poco las orejas para daros mis primeras impresiones. La moto estéticamente tiene unos acabados perfectos, ahí no puedo sacar la más mínima pega, puesto que me gustó todo.
Concierto en do mayor
Nada más girar la llave y arrancarla, la armonía de sonido pondrá los pelillos de punta a más de uno. Sus dos salidas de escape ya nos dan muestras de que nos encontramos ante un motor equilibrado y de sonoridad única. Sin duda el motor de la Daytona 675, que comparte con la naked, se ha sabido adaptar perfectamente a esta montura, eso sí, éste con 106cv.
Sus tres cilindros son una auténtica joya que aprovecha las características de los motores bicilíndricos y “tetras” en un perfecta combinación que responde de manera increíble, tanto en bajos como medios. Lo que en principio podía parecer un detalle raro de la marca inglesa se ha convertido en su sello de identidad y es que su motor nos permite disfrutar tanto de un estilo de conducción sobrio como agresivo sin que echemos nada en falta.
Su aceleración se adapta a cualquier exigencia y es realmente rápida respondiendo a nuestro puño, que por otro lado monta un acelerador que sin llegar a ser corto no nos desencajará la mano a la hora de abrir gas a fondo, como en otros modelos. Responde desde las 4.000 vueltas sin problemas y llegar a las 14.000 se vuelve una tarea sin fin, parece que no se acaba nunca.
Sin descuidar la orquesta
A la hora de probar sus frenos, su doble disco flotante delantero, de 308 mm, con pinzas radiales de dos pistones Nissin nos aportan una frenada firme y potente, no tan notable en su disco trasero de 220 mm monopistón.
Un disfrute para la vista y los sentidos, lista para darnos un sin fin de emociones.
A la hora de exprimirla en búsqueda de las curvas perfectas su amortiguación delantera, horquilla invertida, se muestra muy correcta, eso sí algo dura en la que notaremos cualquier cambio en el firme. Sin duda echamos en falta, para los que somos más tiquismiquis, la posibilidad de regulación que nos brinda su hermana mayor. En cuanto a la amortiguación trasera progresiva con bieletas, montada sobre un espectacular basculante, se comporta con muy buena nota, pudiendo adaptarse a nuestras exigencias.
un piano bien afinado
La posición de conducción nos ha parecido muy cómoda, el manillar tiene una medida perfecta, para mi gusto. La disposición de los espejos no nos ha parecido tan idónea y es que según nuestro cambio en la postura de conducción nos quedaremos un poco limitados en la visión que éstos nos ofrecen. El espacio para el acompañante es recogido y no dispone de asas para que éste pueda agarrarse, aunque se pueden adquirir como accesorio adicional.
En cuanto a su peso, de 186 Kg (167 Kg en seco declarados), nos ha parecido muy equilibrado y bien repartido en el conjunto. Este año la Street Triple reduce su peso en la báscula en un kilogramo, gracias a una rueda y piñón traseros más ligeros. El sistema de inyección electrónica y sus 17,4 litros de depósito nos ha permitido realizar por encima de los 200 km, unos 7 litros a un buen ritmo, antes de encenderse la luz de reserva.
Disfrutarás en cada tramo y le podrás exigir el ritmo que quieras.
En el cuadro de instrumentación disponemos de pantalla LCD con velocímetro digital, cuentakilómetros parcial, tiempo por vuelta, cronómetro, indicador de marcha y luces de cambio de marcha. También contamos con cuentarrevoluciones analógico, aunque echamos en falta el indicador de combustible. En cuanto a espacio, disponemos de un pequeño hueco levantando el asiento donde no entra gran cosa; nosotros transportamos un pequeño antirrobo para la pinza de freno.
En cuanto a la unidad de la que hemos podido disfrutar venía con algunos accesorios extras que puedes encontrar en el catálogo del fabricante. Entre ellos destaca la quilla (221,52€), cúpula (184,59€), las manetas o levas de aleación (175€) y el colín trasero (138,81€), lo que le daban un aire Streetfighter mucho más marcado. Las manetas nos resultaron un pelín cortas, pero no cuesta adaptarse a ellas.
El público se levanta de sus butacas
Resumiendo, la marca Triumph se ha convertido en la responsable de que me esté planteando muy seriamente cambiar de montura. Y es que me confesaba un amante de las bicilíndricas… hasta que probé el dulce pecado que Triumph puso en mis manos. Me lo he pasado genial, con una respuesta siempre adecuada a las exigencias del momento. Sin duda es una naked única dispuesta a presentar batalla a la armada japonesa y al resto de rivales.
Si estabas pensando en una naked, aquí tienes una opción.
Nos ha gustado
- Motor
- Conducción
- Complementos
- Precio
Mejoraríamos
- Disposición de espejos
- Agarre del pasajero
- Falta de regulación en amortiguación delantera
- Indicador de combustible