Hemos tenido la oportunidad de probar la KTM 530 EXC, en esta tercera evolución nacida en 2008.
Delante está la clave
En esta ocasión el cambio más importante está en el chasis, con la pipa de la dirección reposicionada 10mm más baja.
Asiento y deposito quedan también 10mm más bajos, proporcionando un mejor reparto de pesos y mayor precisión de la rueda delantera. Este cambio va relacionado con nuevos reglajes y cambio de algunos elementos en las suspensiones, asegurando más suavidad sin pérdida de resistencia. Unos cambios que visualmente no se aprecian, pero que se sienten, y de qué manera.
Se ha revisado la caja del filtro, dotando a esta de mayor estanqueidad, algo que en esta disciplina se agradece y mucho a la hora de vadear ríos, sumando un nuevo filtro de aire Twin-air distinto.
Si quieres subir de cilindrada seguro que la EXC cumplirá tus expectativas.
Otro punto mejorado este año ha sido la decoración, aportando un toque más fresco, se ha vuelto al naranja en algunos protectores plásticos incluyendo los adhesivos que hacen la moto visualmente más apetecible.
El arranque como siempre es norma en la casa austriaca, resulta inmediato. La única crítica, una vez más es la posición del starter, difícil de encontrar subido encima de la moto.
Muchas nueces
Quizá nunca nos hayamos sentido más a gusto en una KTM, con un sensación de control y precisión que años anteriores se conseguía después de dar alguna que otra vuelta a la configuración de las suspensiones, aunque muchos nunca acertaban. Por eso creemos que KTM ha dado con la configuración chasis-suspensiones que los usuarios venían reclamando desde siempre.
Esta KTM 530 EXC ha mejorado sustancialmente, podemos afirmar que han desaparecido por completo esos indeseados movimientos del manillar, y que en algunos usuarios generaban desconfianza, no ir cómodos y por tanto no ir todo lo rápido que quisieran.
Una endurera dispuesta a subir tus pulsaciones.
El paso por curva igualmente se siente intuitivo, más fluido, con menos movimientos, en definitiva más rápido y seguro. Sólo sabes que llevas un motor de 530 (510cc reales) cuando abres gas, esas inercias tan marcadas en motores de estas cilindradas ahora son menores.
Hablamos del motor, y que motor, tiene potencia y mucha, de la buena, siempre con mucho par, con un bajo régimen nada brusco, algo que ayuda y mucho a salir de las curvas y a trialear sin estrés, con una marcha más si queremos, algo que recomendamos.
Resulta muy elástico, muy lleno en toda la banda de utilización, con un medio régimen espectacular y que ayuda a estirar el motor, si eres uno de los atrevidos a los que les gusta sentir toda la potencia de estos motores de 500. Pistas abiertas y grandes cortafuegos los devora. Nos encanta el toque de gas, podemos sortear zanjas y subir escalones con poco esfuerzo por nuestra parte.
Disfruta que llegan curvas
En el apartado de los frenos la cosa sigue mejorando, con la incorporación de la última evolución de la pinza Brembo, ya vista en las SixDays y el las motos de cross de la marca naranja, es más compacta y ligera, mejorando y mucho el tacto del freno delantero. En este apartado se suma otro cambio, se han incorporado unas pastillas de freno Toyo B153, ofreciendo mejor frenada y progresividad.
Reservada a los más exigentes y con cierta experiencia en el enduro.
Las suspensiones, como siempre WP, con el conocido PDS trasero. Nos han gustado y mucho, ofrecen una mayor progresividad y suavidad sin perder resistencia. En esta versión podemos decir que nos hemos olvidado por completo de la ausencia de bieletas, concentrándonos más en el pilotaje.
En definitiva podemos decir que estamos ante una de las motos que más sensaciones despiertan, que sin duda produce descargas de adrenalina intensas, una moto que recomendamos a aquellos con experiencia, que vengan de cilindradas inferiores.
