Las ruedas son una parte vital y crítica para la seguridad de una moto. No sólo porque son nuestro único punto de contacto con el suelo, en permanente equilibrio, sino porque cambia el comportamiento de cuando vamos rectos a cuando giramos. Solemos usar el mismo ejemplo pero es que es muy cierto: un coche puede seguir rodando de forma lenta pero segura con una o más ruedas pinchadas, o muy deshinchadas, pero con una moto es imposible o muy inseguro.
El uso de neumáticos sin cámara y mejores servicios públicos de limpieza de carreteras llevaron durante un tiempo a que los pinchazos parecieran algo del pasado. Pero las carreteras y calles cada vez se limpian menos, y el tráfico nos empuja a las motos a pasar muchas veces por partes del asfalto que no están muy usadas, donde van a parar restos que pueden provocar pinchazos: clavos, tornillos , etcétera. Si sueles usar el arcén aunque sea ocasionalmente en tus desplazamientos, cuando hay atasco, tienes más papeletas de pinchar que si no lo haces.
¿Cómo prevenir un pinchazo? La primera pista te la acabamos de dar: evitando pisar partes sucias del asfalto. Por ejemplo procurando evitar pasar por arcenes, sobre todo en partes exteriores de curvas (a donde van a parar los restos) o zonas donde sea muy raro que pasen máquinas de limpieza (arcén izquierdo). También, fijarse un poco por donde vamos a pasar para esquivar, en lo posible, piezas sueltas. Poco más podremos hacer para evitar pinchar: no estirar exageradamente la vida de los neumáticos (en particular el trasero). Podemos también usar las «vacunas» antipinchazos: productos que recubren por dentro el neumático y que en caso de perforación sellan el agujero (si no es muy grande). Hemos probado algunos con éxito aunque es difícil saber si no has pinchado por suerte o pinchaste y no perdiste aire gracias a ellos… En bici se usan bastante y con éxito.
Como la prevención no es eficaz al cien por cien, la siguiente pregunta es ¿qué hacemos si pinchamos? Debemos distinguir dos posibilidades: a veces sufrimos pequeñas pérdidas de aire y otras nos quedamos enseguida sin presión. Lo primero se detecta estando pendiente de las presiones, y si no llegará el punto en que la moto será inestable y torpe por llevar las presiones bajas (además de insegura). Habrá que hinchar la rueda y estar pendiente: si la fuga es lenta quizás con un spray reparador o una de esas «vacunas» se repare.
En caso de pinchazo más grave (pérdida de aire rápida o neumático totalmente deshinchado) tocará una reparación más seria. No es mala práctica llevar encima un spray reparador (o comprarlo en la gasolinera más cercana porque todas tienen) y hacer la primera prueba con eso. Si tenemos caballete será más fácil hacer girar la rueda para localizar dónde está el pinchazo. Si todavía llevamos lo que lo ha provocado clavado, puede ser mejor dejarlo: extraerlo puede ser difícil y dejar un agujero mayor expuesto, que un spray no podrá reparar (no cuajará).
Pero si el agujero es grande, habrá que usar un kit de reparación: con ellos se introduce una «mecha» o pieza de material elástico que se pega a las paredes del neumático y por su forma queda retenido en la parte interior, sellando el agujero. Es como un profesional lo repararía, y sólo en caso de un agujero mayor habría que usar un «champiñón» (para lo que se necesita desmontar la rueda y sacar el neumático de la llanta). En estos casos, tener seguro con asistencia en ruta será ideal para que nos ayuden o directamente nos lleven a un taller. En motos de altas prestaciones es bueno recordar que llevamos una rueda reparada y que no deberemos exceder cierto límite de exigencias: aguantan más de lo que dicen, pero no abuses.
