El de Qatar es un GP especial porque se corre por las noches a diferencia del resto de circuitos, pero aun así, se convirtió en mas especial por la lluvia, que condicionó la evolución del fin de semana debido a la cancelación de los clasificatorios. Aún así, visto lo visto, al final independientemente de lo que hubiera pasado en los clasificatorios, los ganadores fueron también quienes dominaron los entrenamientos, con lo cual creo que el hecho de cancelarlos no tuvo gran incidencia sobre el resultado final.
Es verdad que, en general, vimos una buena actuación de todos los pilotos pero especialmente para Maverick Viñales, que hizo una demostración no sólo de que es muy rápido si no que ha madurado muchísimo. En ningún momento se puso nervioso, fue capaz de gestionar todos los factores que podían privarlo de la victoria. Primero se sobrepuso perfectamente al hecho de que no hubiera clasificatorio, es verdad que tuvo la pole sin QP, pero es una pole merecida ya que al final es el resultado de lo que había venido haciendo durante todo el test anterior y durante todo el GP. Luego, se sobrepuso también a las gotas que cayeron antes de la carrera que hicieron que se retrasase la salida y variase el “grip” de la pista. Sus sensaciones al principio no eran las mejores e incluso perdió tiempo con los primeros, pero al final fue capaz de remontar y lograr la victoria. Al final hay que aplaudir su capacidad de ir rápido y también la capacidad de gestionar todas esas situaciones imprevistas.
La primera carrera no marca el campeonato, aunque conseguir el máximo de puntos es lo mejor a lo que un piloto y un equipo puede aspirar y “Mak” lo ha conseguido y se ha reafirmado como uno de los candidatos al título. Aún así, queda todo el campeonato por delante y más importante que ganar en las primeras carreras, lo más importante es garantizar que cuando llegue la cuarta carrera tengas todas las opciones de luchar por el título. A partir de ese punto es cuando todo empieza a posicionarse realmente.
Por otro lado, su compañero de equipo, Valentino Rossi, volvió a reconducir la situación el domingo para llevarse un gran botín. Es cierto que más que su capacidad de mejora en cuanto a ritmo se refiere, lo que le dio posibilidades de luchar por el podio fue la bajada de rendimiento del resto de sus rivales. Es decir, si tenemos en cuenta que Marc Márquez estuvo por debajo de lo esperado y que también Dani Pedrosa, Andrea Dovicioso e incluso Maverick rodaron más lento que en entrenamientos, es probable que Valentino sufriese menos en esta situación. Por otro lado, creo que la actuación de Johann Zarco es un punto a destacar independientemente de que, seguramente, le pudieran las ganas en el inicio de la carrera. Aún así, no es muy normal ver que un “novato” en su primera carrera de MotoGP domine las primeras vueltas. Es cierto que si la carrera se hubiera disputados en condiciones normales, probablemente el resto de pilotos hubieran sido menos cautos y le hubieran puesto más difícil las cosas a Zarco, pero aún así hay que reconocer el buen hacer del piloto francés.
Hablando de Honda, su rendimiento vuelve a suscitar algunas dudas, ya no por las prestaciones durante carrera, Dani y Marc llegaron casi a la par. Una de las cosas en las que habían trabado en Honda había sido en la fase de aceleración, pero en una pista como la de Qatar y con un grip bajo, que no ayuda a medir, queda la duda de saber si han rectificado esas carencias de 2016. Lo que está claro es que no es normal ver como Iannone podía sobrepasar a Márquez en plena recta. Iannone no es el piloto más pequeño, con lo cual que una Suzuki este a punto de pasar a una Honda en recta quiere decir que Honda tiene que revisar todo y asegurarse que nada esté muy fuera de sitio. Sobre todo en el caso de que los problemas se puedan corregir y que no sea un error a nivel de concepto en la elección de motor ya que les penalizaría a lo largo de todo el campeonato. Después del año pasado, parece que hayan perdido lo que mejor describía a Honda, que eran las prestaciones de su propulsor.
Si nos centramos en las prestaciones de motor, por lo que hemos visto, las Ducati siguen estando un paso por encima del resto en quinta y sexta. Luego, las Yamaha están funcionado muy bien como conjunto, la Suzuki no está mal y a la Honda se la ha visto sufrir.
En el box de Ducati vimos la cara y la cruz. Mientras que Dovizioso se mantiene estable, repitiendo las actuaciones de los últimos años en Qatar y aprovechando perfectamente el motor y haciendo funcionar bastante bien la parte ciclo, Jorge Lorenzo está en un momento en el que siguen introduciendo muchos cambios a nivel técnico. Seguramente sean estos cambios los que no le permiten reconocer la moto o entrar en sintonía con ella. Es cierto que si hacemos caso a las declaraciones del mallorquín tras la carrera, dice que vio gotas de agua en el casco y esto le llevó a perder la confianza y reducir el ritmo.
Ya hemos visto a Jorge en situaciones así con la Yamaha, por lo que no es relativo a la propia moto si no a que Jorge tiene que encontrarse muy en sintonía con su moto para que esas circunstancias le perjudiquen lo menos posible. Por otro lado, vimos que fue capaz de realizar varios registros en el mismo ritmo que los pilotos de delante, con lo cual seguramente si no se hubiera visto penalizado por esa salida de pista podría haber optado por estar entre los cinco primeros. Aún así, estoy seguro que no es la posición que quiere Jorge, sobretodo cuando su compañero de equipo acaba de conseguir la segunda posición.
Aleix Espargaró nos tiene más que acostumbrados en situaciones difíciles o con equipos con claras desventajas a conseguir buenísimos resultados. Ya lo hizo con Aspar, con Forward y en esta carrera con Aprilia. Es verdad que para lograrlo hace falta algo más que la aportación de Aleix, porque en una pista como Qatar es prácticamente imposible hacer la carrera que hizo sin un motor que funcione mínimamente. Al final llegó a siete segundos de la cabeza, algo que de partida es bueno, y aunque la carrera fue lenta, no hay que quitarle mérito al rendimiento de Aleix. Fue constante y a pesar de verse lastrado al principio de carrera, consiguió marcar un ritmo bueno e incluso superar a Dani. Seguramente, Dani al ver que sus opciones no eran las mejores para luchar por el podio o la victoria fue conservador y eso hizo que Aleix lo cogiera, pero también es verdad que luego fueron capaces de rodar como los pilotos de cabeza.
En Moto2 el dominio de Morbidelli fue claro, es verdad que la carrera también fue lenta y quizás eso hizo que Morbidelli, más determinado que el resto, fuera el que se llevara el gato al agua. Lo más resaltable de la categoría fue el estreno de los nuevos fabricantes, algunos han llegado luchando por las primeras plazas como el caso de Oliveira. También vimos haciendo buena actuación a pilotos con Suter y eso resalta el hecho de que todos compartan motor facilita el trabajo de cualquier fabricante para acceder a la categoría y ser competitivo.
En Moto3, como siempre, hubo un grupo bastante nutrido. Hay que resaltar que da la sensación de que los pilotos españoles parece que van a tener opciones de conseguir un mayor protagonismo que el año pasado. Se ve bien en buena situación a Joan Mir, Aarón Canet, Jorge Martín e incluso a Ramírez y Juanfran Guevara, que estaba haciendo una muy buena carrera hasta que Oettl se lo llevó por delante.
