No creo que el impacto de la carrera de Rossi en Qatar sería mayor si hubiera ganado. Su remontada en la gran carrera de Catar hasta llegar a la segunda posición sigue dando de que hablar. Además no lo tiene fácil porque la actuación del gran Márquez y la superioridad mostrada por Lorenzo en pista son por derecho propio, objeto de portada.
Desde que subió a Yamaha las cosas le han ido bien pero sin montar mucho alboroto. Buenos entrenamientos, pero hasta Jerez no llego a liderar la sesión. La ausencia de brillantez generó un aluvión de opiniones sobre su feliz retorno a Yamaha. El estar habitualmente colocado detrás de Pedrosa, Lorenzo y Márquez durante la pretemporada hizo que las opiniones negativas, por no utilizar palabras más duras, se agolparan en los mentideros de MotoGP. Más que dudas, una pátina de cautela cubría todo lo relacionado con Rossi. Él iba a aparecer, pero la duda era cuándo.
El nuevo y acertado formato de clasificación en varias tandas sorprendió a muchos pilotos con tráfico en pista y Valentino fue uno de ellos. Pero en la noche que marca el comienzo del mundial, fue la noche elegida por Valentino para reivindicarse. Intentando recuperar los puestos en parrilla, que había perdido en clasificación tratando de engancharse al grupo de cabeza, Valentino se fue largo en una curva y le tocaba remontar. Los nervios y las ganas de hacerlo bien también traicionan a los pilotos más veteranos: Vale no está exento.
Pero a partir de ese momento el 46 dio una lección de lo que es ser un “animal” de carreras. Con un ritmo espectacular, sin duelo ni piedad, comenzó a alcanzar a unas Honda que parecían ausentes de esa mordiente que les llevó a machacar el crono en pretemporada. Al alcanzarles volvió a aparecer el Valentino brillante como ninguno en el mano a mano, superó a un Pedrosa que parecía estar más concentrado en la suciedad de la pista que en la Yamaha que le estaba adelantando. Y cuando se topó con Márquez, ambos pilotos nos ofrecieron uno de esos duelos por los cuales muchos nos aficionamos al motociclismo. Esta vez Rossi venció, pero es consciente que Márquez le ganará otros en un futuro inmediato.
No se debe descartar a un piloto como Rossi con la facilidad con que muchos lo han hecho. Él es el primero en ser consciente que no vivirá los mundiales pasados donde se paseaba carrera tras carrera, año tras año, coleccionando mundiales como quien colecciona sellos. Pero despacharle en la lucha por la victoria no es un pensamiento acertado. Es justo decir que los rivales actuales son campeones que no darán ninguna carrera por perdida. Es justo decir que Lorenzo y Pedrosa están por encima de él en la lista de candidatos al título, pero es injusto desestimarle después de su periplo en Ducati.
A pocos días de la carrera de Austin y después de Qatar ya me diréis quién es el listo que le sigue descartando. Porque Vale ha vuelto reivindicando su puesto en el mundial y si en algo coincidimos todos los que seguimos esta gran hoguera de las vanidades que es MotoGP, es que un mundial con Valentino en la pomada es más mundial.
