[the_ad_placement id="adsense-mega-2-mobile"]

Reunión KTM Adventure 2018: no hay quinto malo

Fotos: C.Mendoza/G.Hernández/KTM/SMN
Publicidad
Gerona, Zaragoza, Segovia, Cuenca y Almería ya tienen el sello naranja de la familia KTM Adventure, un evento rutero dedicado a todos los propietarios de la maxi trail austriaca. Este año, Mojácar dio el pistoletazo de salida: 201 motos, 275 inscritos, 530 km totales y 126 off road. Una 1290 Super Adventure R fue nuestra aliada en esta quinta edición que, según los taurinos, siempre es sinónimo de excelencia: ¡Ready to Run!

Que el segmento trail está de moda y es uno de los más competidos del mercado no es nada nuevo, desbancando casi por completo a las GT de toda la vida, expresamente concebidas para viajar. La realidad es que la última generación trail es más atractiva visualmente, contiene todas las ayudas electrónicas a la conducción necesarias, son más ligeras, estrechas, menos aparatosas y pueden rodar por cualquier superficie.

En este sentido, la mayoría de propietarios de este tipo de monturas disfruta de rutas de fin de semana en grupo (con y sin pasajero) para huir de la rutina y potenciar las capacidades de estas maxi trails. Algunos ejemplos de esta tendencia son el puntApunta, Dos Mares, Coast 2 Coast, Rider 1000, Hardalpitour, Lés-a-Lés portuguesa, RodiBook, Artic Pirineos, Crom Ride Girona y, por supuesto, la Reunión KTM Adventure. El rasgo distintivo del “evento naranja” respecto al resto es que ha sido concebida en exclusiva para todos los propietarios de cualquier modelo de la maxitrail austriaca KTM Adventure, comprendiendo así todas las generaciones fabricadas desde 2003 hasta ahora (aunque algunos eventos están patrocinados y organizados por marcas oficiales, todos ellos están abiertos a monturas de cualquier marca/modelo/tipo). Si queremos más “caña naranja”, el año que viene se celebrará en suelo italiano la tercera edición del KTM European Adventure Rally, tres jornadas guiadas y diseñadas con una carga importante de off road con un nivel de complejidad superior.

La primera Reunión KTM Adventure nació en 2014 en Tossa de Mar y, con apenas 30 amigos reunidos, se gestó un acontecimiento que ha crecido exponencialmente desde entonces y que este año ha alcanzado las 201 motos y 275 participantes (entre conductores y pasajeros) en la salida de Mojácar (Almería), escenario de la quinta edición. Entre medias, las carreteras de Zaragoza-Huesca, Segovia y Cuenca han visto discurrir una de las concentraciones KTM más potentes de Europa. Los tramos off road fueron novedad en 2017 y este año se han potenciado. Probablemente pasarán a ser opcionales en su totalidad para 2019.

Nuestra experiencia arrancaba el jueves, recogiendo en el concesionario una impoluta KTM 1290 Super Adventure R. Y digo impoluta porque la instrumentación TFT marcaba ¡1 km en total! Suspensiones mecánicas WP “más largas”, llantas de radios (delantera de 21”), defensas de motor y parabrisas corto son las principales diferencias respecto a su hermana S, más asfáltica. Sus 1.300 cc y 160 CV prometían y sus capacidades off road también pues, parado en los semáforos llegaba de puntillas al suelo a pesar de mi 1.80 de estatura, debido a los 2 cm más de recorrido de suspensión.

Recorrido V Reunión KTM Adventure (Almería)

La dotación electrónica de la KTM 1290 Super Adventure R incluye acelerador electrónico RbW, control de velocidad (lo manejas desde la piña izda.), cuádruple modo de conducción (Rain, Street, Sport y Off road), control de tracción (desconectable), C-ABS Bosch (desconectable) con asistencia en curva, control de presión de neumáticos, piñas retroiluminadas, intermitentes autocancelables, luces cuneteras integradas, iluminación full-LED, guantera con toma USB para nuestro smartphone, instrumentación con pantalla TFT a color de 6.5” regulable en inclinación y llave de proximidad con inmovilizador.

El viernes, salida de Madrid a las 10:30 para llegar al punto de reunión (Hotel Marina Mar, Mojácar) a las 18:30 sin pisar la autovía, parando una hora a comer y haciendo un pequeño rodaje de 600 km ideal para coger la medida a nuestra 1290 por secundarias. Las rachas de viento lateral agudizan la sensación de “flotabilidad” del tren delantero con llanta de 21 pulgadas, pero en tramos revirados la KTM muestra lo mejor de sí. Marcar más de 420 km de autonomía con el primer depósito en Modo Street deja claro lo mucho que puedes dosificar con los 23 litros de depósito. Tras aterrizar en el parking del hotel, inscripción, pulsera, bolsa ‘welcome pack’ (pasaporte, contactos de la organización, botella de agua de 300 ml., llavero, Lacasitos KTM, camiseta edición especial, toallitas limpia-visera, etc) y briefing explicativo de una hora de cara a la intensa jornada del sábado que se nos avecinaba.

CP2: Fort Bravo (Almería)

El sábado tocaba madrugar, a eso de las 6:30 para desayunar y equiparnos, pues a las 8 se daba la salida oficial de la V Reunión KTM Adventure, previa foto individual de cada uno de los participantes con su moto en el photocall KTM. Seguir ruta mediante la APP BillyGoatGarage en el móvil y ¡gas! Nos tocaba afrontar una ruta de 530 km sin líneas rectas en 9 horas y 20 minutos mayoritariamente asfáltica pero con tramos off road comunes asequibles y otros opcionales más duros que, por supuesto, afrontamos con el sano objetivo de lograr las tres pegatinas especiales de esta edición: naranja (todo asfalto), gris (todo off road) y oro (todas las secciones). Para ello, debíamos sellar nuestro pasaporte en los 6 controles de paso (Hotel, Santuario de Nuestra Señora del Saliente, Fort Bravo, Observatorio Astronómico Calar Alto, Ohanes, Hotel), más picar la pulsera en los tres tramos off road especiales. Solamente decir que llegué al hotel a las 20:00, con 567 km en el marcador y todas las pruebas superadas… ¡pero en mi pasaporte faltaba el CP1! Se me escapó el primer control por un pequeño fallo de navegación y las ansias por continuar y perder menos tiempo me impidieron irme a casa con la pegatina “GOLD”. Un mini de cerveza servido en vaso de plástico, abrevado por un servidor como si se tratara del líquido místico emanado del mismísimo Santo Grial, fue la mejor vitamina (que no la última) para reponerme de la fatiga.

Algunas localidades para recordar: La Islica, Venta del Pobre, Gafarillos, El Cortijo Grande, Los Gallardos, Bédar, La Rambla Algibe, La Alfoquía, Albox, Las Pocicas, Los Cerricos, Los Lujos, Los Simones, Almanzora, Albánchez, Uleila del Campo, Aulago, Las Alcubillas, Los Navarros, Doña María, Abla, Tices, Rágol, Instinción, Íllar, El Marchal de Antón López, El Campillo del Moro/Roquetas de Mar, Níjar, Venta del Pobre, Almocaizar, Vista de Los Ángeles

Inolvidable fue el transcurrir de los kilómetros en compañía de otros compañeros, los paisajes del Cabo de Gata, las charlas y “momentos épicos”, la parada para comer con escenificación de actores en Fort Bravo (Tabernas, epicentro de las películas del oeste en la década de los ’70), el ascenso al Puerto del Alto de Velefique, la técnica subida por las pistas serpenteantes a Las Pocicas, las curvas enlazadas, el polvo en los ojos, los “uy,uy,uys” en tierra al perder la rueda delantera con mis neumáticos sin taco (la R calzaba Pirelli Scorpion Trail de serie), la ausencia de caídas, el breve test con la KTM Freeride E-XC 2018, el buen sabor de los tramos off road (algo complejos para algunos participantes), la valentía de las pasajeras que confiaban al 100% en su compañero a un ritmo endiablado, el café de la tarde, los piques sanos, el sorprendente rendimiento de la Super Adventure R, el funcionamiento del ABS en curva y el modo Off Road, la cena de despedida del sábado por la noche, los dolorosos callos en la mano derecha, las agujetas y tantas otras cosas.

El domingo tocaba regresar a casa y a las 9 saliendo para recorrer otros 600 km diferentes a los del viernes, más cortos y con mucha recta secundaria. La autovía me recibe durante la última hora, ya con ganas de llegar a casa para comer, comentar las mejores “jugadas” y darle un buen fregado a mi KTM que ya luce 1.800 km tras un fin de semana inolvidable.

Lo último

Lo más leído