Es indiscutible el papel de los scooter como el tipo de moto más práctico: nos protegen mejor de la eventual lluvia o del frío, nos permiten llevar cosas bajo el asiento (adiós a la mochila) y son fáciles de conducir además de limpios. Pero también es cierto que para los que tienen alma de motorista pueden ser… aburridos. Poco a poco sí hay scooter con los que te puedes divertir pilotando, y SYM nos trae precisamente eso con su última novedad. El SYM HD 300 nos fue presentado por la gente de Motos Bordoy (su importador y distribuidor en España) como el scooter para motoristas y ya te adelanto que estamos muy de acuerdo.
Este nuevo SYM tiene dos antecedentes: un modelo anterior y otro que probamos hace poco. El anterior es el también “rueda alta” SYM CityCom 250, del que hereda la base del chasis y suspensiones. El que probamos hace poco es el SYM Cruisym 300, que estrenó motor y que es precisamente lo que se ha adaptado a este modelo, estirando el cárter de la transmisión para albergar la rueda trasera más grande. El HD300 lleva delante y detrás llantas de 16 pulgadas, con neumáticos en medidas 110/70 delante y 140/70 detrás, es decir, bastante anchas para tener agarre pero sin pasarse para no perder agilidad. El chasis usa una cuna doble y por eso este scooter no tiene plataforma plana: a cambio, es rígido. Esto se traduce en que al frenar fuerte no tienes la sensación de que el manillar se aleja de ti por la flexión de chasis y tijas, y que en los cambios de dirección o curvas rápidas tiene un comportamiento noble.
Renovación a fondo
Aunque el chasis tome los trazos del CityCom y el motor se herede (la parte termodinámica) del Cruisym, este HD300 es un modelo totalmente nuevo. Esta renovación incluye plásticos totalmente inéditos con una estética acertadamente agresiva (sin pasarse), que también se adaptan a las luces “full LED” que ya son casi obligatorias en productos de vanguardia, aunque en este caso y con mucho sol no lo hacen muy visible. Las suspensiones son buenas y los frenos capaces, además de contar con ABS de serie como es de ley. No era apenas intrusivo, y el solitario disco delantero se bastaba para detenernos incluso a ritmo alegre y tras varias frenadas fuertes.
Al abrir el asiento descubrimos un hueco grande, y en su parte trasera bastante profundo para albergar un casco integral (diría que cualquier modelo y talla). Con un casco metido, delante y alrededor suyo hay espacio para más cosas: yo pude llevar ahí dentro durante la presentación mi mochilla-carrito de viaje si problema. Muy bien.
Delante contamos con una guantera que tiene toma de corriente y un robusto gancho (aunque sin suelo plano llevar cosas entre las piernas puede ser delicado). El cuadro de instrumentos lo preside un velocímetro analógico con pantalla digital multifunción. A ambos lados hay un pequeño cuentavueltas (bienvenido pero poco práctico) y el indicador de nivel de gasolina. La cerradura “multifunción” habitual, con cierre mecánico, nos recuerda que cada día son más los modelos con llave electrónica.
Y esto nos trae a un importante tema: el precio. Este SYM se vende ya por 4.499 euros, con seguro incluido (primer año) y los ya habituales 5 años de garantía (en otras marcas es un extra que se paga aparte y en otras… no existe). Este precio lo posiciona muy bien frente a la competencia, aunque haya que usar una llave a la antigua usanza. Hay tres colores, el blanco que probé con asiento marrón, y dos más oscuros, un gris y uno negro, con acabado satinado (mate).
De curvas
El SYM HD300 es un “rueda alta” de espíritu urbano… pero menos. No es un scooter corto y claramente dedicado a callejear, sino algo más amplio y que estará igualmente cómodo entre semáforos que fuera del núcleo urbano. Por referenciarlo a su competencia, está más cerca del Piaggio Beverly que del Honda Scoopy. Ya hemos comentado antes que la ausencia de suelo plano va en favor de un chasis más rígido y que eso se nota en su comportamiento o en la seguridad al frenar. Lo íbamos a comprobar bien gracias a la ruta planificada por Motos Bordoy para esta presentación, que nos llevó en más de 100 kilómetros de Girona hacia la población volcánica de Olot. Fueron carreteras de lo más entretenidas en una jornada con tiempo perfecto para disfrutar sobre dos ruedas.
Y, sí, realmente el SYM HD300 se puede definir como nos lo presentaron: un scooter perfecto para motoristas. Para usar un vehículo más práctico y adaptado al tráfico urbano del día a día, pero sin renunciar a un comportamiento “de moto”. Y es que las ruedas de 16 pulgadas (con neumáticos originales Maxxis de buen agarre) y ese chasis nos gustaron mucho a todos. Las suspensiones son tirando a duras, con lo que la agilidad es buena, aunque delante la horquilla se sentía por ello un pelo rebotona. El único límite es la inclinación, pues en un scooter siempre vas más “sentado” y con el cuerpo compensas menos en las curvas al no poder descolgarte. Pero no es bajo y había que emplearse mucho para rozar, por la izquierda la pata de cabra algo antes que por la derecha.
El motor, el del Cruisym 300 recordemos, es bueno aunque parezca algo “plano”. La puesta a punto de transmisión no es particularmente agresiva (mejor para el largo plazo) pero el motor empuja de forma lineal. Y corre: puede no parecerlo pero acelera, y sigue empujando hasta pasados los 140 km/h indicados, estirando hasta cerca de los 160 aunque por las carreteras que pasamos no había ocasión de dejarlo correr mucho. Respecto de la competencia no tiene nada que envidiar en prestaciones, y su comportamiento nos parece el más noble: excelente.
